Ilegalizar los partidos separatistas, una prioridad nacional

La presencia de estas formaciones en las instituciones públicas es una anomalía política.

El único modo de restablecer el orden constitucional en todo el territorio nacional y de garantizar el principio de unidad, igualdad y libertad sobre el que se asientan todas las grandes naciones, pasa por ilegalizar a los partidos separatistas.

En el Congreso de los Diputados están presentes formaciones separatistas que quieren robar a los españoles lo que es de todos, su soberanía. Son partidos racistas y xenófobos, cuando no asesinos, puesto que ni han pedido perdón a las víctimas del terrorismo ni han colaborado con las fuerzas de seguridad para aclarar los asesinatos por aclarar perpetrados por ETA.

Las formaciones políticas deben ser herramientas de participación y una expresión de pluralismo, pero bajo ningún concepto pueden convertirse en un peligro para la convivencia entre españoles.

Es el momento de ir más allá porque sin unidad nacional no hay progreso, económico o social, posible.