BADAJOZ, 18 de julio de 2018.- La ley conocida como tal, que habría que calificarla como la ‘ley de la Amnesia Histérica’ porque al final es entender la historia de manera tergiversada, hablando solo de una parte de la misma y además mintiendo, es una ley de enfrentamiento. Busca desenterrar los odios y volver a abrir las heridas de la guerra civil del 36 al 39. Si nuestros abuelos fueron capaces de cerrar heridas, no hay derecho a que ahora pretendan abrirlas solo para los de un bando, crear una “Comisión de la Verdad” para imponer su visión de la Guerra Civil con multas para los que tengan otra opinión y retirar símbolos religiosos y de homenaje de los asesinados por el bando republicano.
Es muy loable que se quieran encontrar los restos de los familiares para darles digna sepultura, pero bajo esa humana y justa medida, hay un trasfondo ideológico totalitario de reescribir la historia e imponer una única verdad oficial al estilo de gobiernos no democráticos. Y en la provincia de Badajoz es curioso como en muchas de las localidades nacidas del Plan Badajoz de 1952 y que hoy en día son prósperas tierras de regadío, se las fuerce a cambiar su nombre aunque los vecinos no quieran. Y todo ello, de manos del PSOE, actor determinante que condujo al enfrentamiento civil. Entendemos que la extrema izquierda de Podemos apoye dicha ley, dado que carecen de discurso de futuro, pero nos llama la atención el aplauso y las tragaderas de Ciudadanos y el PP a esta totalitaria ley, con tal de que no les cuelguen el sambenito de fachas, franquistas, fascistas…y todo tipo de adjetivos expedidos por los “expertos” de la comisión de la verdad. Así como el chantaje presupuestario de la Diputación de Badajoz hacia los municipios que no se plieguen a cambios en el callejero aunque esos personajes sean muy anteriores a la etapa de la guerra civil.
En VOX estamos por la libertad de catedra, de expresión, de conciencia y por la verdad histórica que quieren ocultar y a esa izquierda totalitaria les decimos que dejen la paz a los muertos, la libertad a los españoles y la historia a los historiadores y que abandonen toda pretensión de volver a romper la convivencia entre todos los españoles. Tengan por seguro que cuando estemos en las instituciones promoveremos la derogación de esta nefasta ley.