VOX denuncia la “incompetencia” de las autoridades ante el “colapso” y el “caos” que está dejando la OPE en Ceuta

Redondo señala que, como denunció VOX, “se ha demostrado que no había previsión, ni medios, ni equipamiento”

VOX ya advirtió de que, tanto la apertura de la frontera, como hacer pasar la Operación Paso del Estrecho (OPE) por Ceuta solo traería caos. Para el presidente de la formación, Juan Sergio Redondo, que la OPE vuelva a incluir a la ciudad en su ruta es “una sinrazón” y la muestra son “los colapsos” y “el trastorno que está causando en toda la ciudad, desde el puerto a la frontera”.

VOX ya ha preguntado, a través de sus parlamentarias nacionales, si realmente la ciudad estaba preparada para hacer frente a una OPE que, desde hace meses, se preveía que iba a ser “descomunal y difícilmente asumible para una frontera de las características de la Ceuta”. “No obtuvimos respuesta”, lamenta Redondo para añadir: “Y en la mayoría de los casos se intentó desacreditar nuestra visión, incluso llegando directamente a silenciarla”.

Sin embargo, este sábado la realidad “estalló” y así lo señala Redondo. “Se ha demostrado que no había ni previsión, ni medios, ni equipamientos, ni protocolo para contingencia alguna, ni siquiera sanitaria”, subraya el presidente de VOX Ceuta. Y explica cómo, lo que se ha encontrado, en su lugar, es “un panorama similar a los anteriores al cierre fronterizo pero con el doble de tránsito”.

“De igual modo advertimos de que Marruecos haría su parte para complicarlo aún más, ya que está interesado en que sean sus puertos los mayores beneficiados ante una frontera que ellos controlan a la perfección y que bloquean cuando lo estiman oportuno”, afirma Redondo. Esto, señala, hace que “el cóctel para el desastre permanente está servido”. Sus ingredientes: “Una frontera controlada por un país como Marruecos que no busca ni la buena vecindad, ni unas relaciones fronterizas estables, más allá de su beneficio propio; y unas autoridades cuyas actuaciones, cuando se producen, solo dejan improvisación; y el permanente deseo por ocultar a los ciudadanos la realidad recurriendo a la manipulación y la mentira”. Y el resultado, lamenta Redondo, no es otro que “el ridículo mayúsculo de unas autoridades políticas que se empeñan por demostrar su manifiesta incompetencia”.