La borrasca filomena ha azotado con fuerza buena parte del territorio nacional; muchos ciudadanos y trabajadores han quedado atrapados, aislados, incomunicados y sin posibilidad de acudir a sus hogares pero, a pesar de que la situación ha desbordado a los servicios de emergencia que, una vez más, han demostrado su enorme capacidad profesional que desde VOX agradecemos, no podemos omitir el constante abandono al que somete el gobierno social-comunista de Sánchez a un colectivo concreto: los funcionarios de prisiones y centros de menores.
Hasta 48h de trabajo ininterrumpido llevaron a cabo los sufridos funcionarios, muchos de ellos conquenses, con una profesionalidad y responsabilidad admirables que permitieron mantener la seguridad en los centros penitenciarios.
Una vez más, al igual que pasó con la pandemia, se falló en la previsión ante el temporal anunciado por la Agencia Española de Meteorología con más de una semana de antelación y, una vez desarrollada la catástrofe, la respuesta para la resolución del problema ha sido lenta, torpe y, una vez más, agravada por un sistema autonómico ineficaz, caro y obsoleto que ha vuelto a dividir a los españoles con fronteras imaginarias.
Sanitarios, transportistas, funcionarios de prisiones, particulares y vecinos han vuelto a ser las víctimas de la falta de previsión, la desidia y la inoperancia de un gobierno que estrena el 2021 con una nueva gestión desastrosa.
