El grupo Parlamentario VOX en Aragón organizó el pasado sábado en Zaragoza un acto de homenaje a Víctor Laínez. En memoria de quien fue asesinado hace tres años en un bar de la ciudad.
Familiares y representantes de VOX en las instituciones aragonesas se dieron cita en la pequeña plaza próxima al lugar donde se produjo la brutal agresión.
El presidente del Comité Ejecutivo Provincial de VOX Zaragoza, Julio Calvo, abrió el acto. Calvo subrayó que Víctor Laínez murió «por ejercer un derecho que en el resto del mundo se ejerce con naturalidad. Que no es otro que honrar un símbolo de su nación».
A continuación intervino el abogado de la acusación popular y diputado autonómico de VOX, David Arranz. En sus palabras recordó que se había acabado de forma salvaje con la vida de un buen hombre. Por llevar unos tirantes con la bandera de España.
Unos tirantes, según el parlamentario aragonés, que se han convertido en un símbolo en la lucha por la libertad, la justicia y por la patria. Frente al odio, el radicalismo y la intolerancia de la extrema izquierda. Y Víctor Laínez, en uno de sus «caídos».
Arranz indicó que están a la espera de la apelación planteada por la defensa de Lanza. «Confiamos en que se haga justicia otra vez y se desestime tal apelación, ratificándose la sentencia de 20 años de prisión por asesinato agravado».
Por parte de la familia de Víctor Laínez, su cuñada Raquel Julián, leyó unas palabras de Javier Laínez. Palabras de agradecimiento por sentirse arropados. Pero también palabras de dolor. “Lo peor de todo es ver los apoyos que todavía tiene su asesino”. El hermano de Víctor no pudo realizar su intervención completa por la emoción.
A continuación intervino el Secretario General de VOX, Javier Ortega Smith. Para homenajear a un hombre que «supo defender a su patria» con «lealtad» y «honor». Y que «murió como no merece morir nadie, por la espalda», «sin razón ninguna». Ortega Smith se refirió a Víctor Laínez como «un hombre bueno» que murió «injustamente a manos de un malvado asesino».
Tras las palabras del Secretario General de VOX, se hizo entrega a la familia de Víctor Laínez de un ramo de flores y del retrato de Víctor que presidía el acto. Un minuto de silencio y el himno nacional pusieron el broche a un acto entrañable y emotivo.
Las circunstancias y limitaciones propias del COVID-19 provocaron que la convocatoria fuera restringida. El aforo fue el permitido, pero el homenaje y el recuerdo manifestado a Víctor Laínez resultaron abrumadores.
