El concejal recorrió las instalaciones, situadas en la Carretera de Borriol, de la mano de su presidente, Santiago Miralles, interesándose por el funcionamiento y el trabajo que se realiza.
El Banco de Alimentos atiende actualmente a más de 18.000 personas en la provincia a través de sus más de 90 puntos de distribución a las ONGs y entidades humanitarias, siendo Cáritas el destino de un alto porcentaje de los alimentos distribuidos.
1000 toneladas de alimentos fueron distribuidas entre los más necesitados el pasado año y en este se espera llegar las 1500, lo que supone un incremento aproximado del 50% que es atribuible a la pandemia y la crisis económica en que ha desembocado.
También ha cambiado el perfil de las personas que buscan ayuda incrementándose notablemente el número de matrimonios jóvenes españoles atendidos.
El Banco de Alimentos también colabora con la administración, para evitar retrasos, en la distribución de tarjetas de compra para los supermercados renovando las mismas una vez justificado el gasto y comprobado el destino de los fondos.
La semana que viene se realiza una nueva recogida de alimentos que esta vez contará con recogida online para evitar riesgos a los voluntarios. Con lo recogido la próxima semana, más las ayudas de empresas colaboradoras y del Estado, el Banco de Alimentos estima poder reunir mercancía para atender las solicitudes hasta el próximo mes de marzo.
Luciano Ferrer: “Es triste que el Banco de Alimentos tenga que existir pero gracias a él muchas familias pueden comer. La labor que realiza es fundamental para solventar la crisis que atravesamos.”
