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«Ni gastar saben», artículo de opinión de Rubén Martínez, Gestor de Equipos de VOX Murcia

Tribuna Política de 'La Verdad'

La pandemia está sacando las vergüenzas a más de uno. Tanto aquellos que se rasgaban las vestiduras en defensa de la clase obrera como los que pensaban que, con anunciar que iban a bajar impuestos estaba todo arreglado, han demostrado su incapacidad para afrontar los problemas que la COVID-19 está generando en nuestro país.

Antes se hablaba de “Estado del Bienestar”, ahora que estamos inmersos en el debate acerca del otorgamiento de derechos de tercera generación, ha bastado un simple vareo para demostrar que ni bienestar ni consolidación, solo Estado y siempre los mismos.

Cuando se pretende medir eso del bienestar se suele recurrir a la medición de variables más o menos estandarizadas según el caso. Así, el nivel de renta individual es un indicador y existen otros factores tales como las variables “esperanza de vida” o “nivel educativo”. ¿Qué ha pasado con estos indicadores durante el año 2020?, ¿qué pasará en 2021? Pues miren, en relación al nivel de renta, la caída experimentada por el PIB español ha sido de las más altas de los países del entorno (18.5%) lo cual, pone en evidencia muchas cosas; entre otras, la incapacidad para responder con estímulos de corto plazo a los shocks provocados tanto en oferta como en demanda.

Si analizamos la variable esperanza de vida, tenemos una de las tasas más altas de muertes de personas mayores como resultado de la pésima y criminal gestión de las residencias por parte del mando único vicepresidencial. ¿Acaso no va a afectar eso a nuestra esperanza de vida? Pero ya, el colmo, pasa por la situación de nuestro sistema educativo. Diecisiete modelos distintos para garantizar que nuestros jóvenes puedan vivir mejor que nosotros. Una vergüenza confirmar que “los esfuerzos” que se hacen en este sentido no pasan de ocurrencias. En definitiva, menos renta, más muertos y un horizonte de ciudadanos aborregados.

En el pasado periodo 2014-2020 España tenía derecho a recibir más de 56.000 millones de euros de la UE, de estos, solo se han justificado unos 19.000 millones. Es que ni gastar saben, leche. Es por esta razón por la que es más necesario que nunca que aquellos que son incapaces de gestionar lo propio dejen de gestionar lo ajeno y den paso a una nueva forma de entender la política, subsidiaria del ciudadano y a su entero servicio, con menos mantras y pánfilos eslóganes y con la vista puesta en que en España cada vez se viva mejor.

Porque el futuro de España pertenece a esa inmensa mayoría de españoles que quieren vivir unidos, en paz y libertad.