La actividad física durante la etapa escolar aporta numerosos beneficios, pero son bien conocidos los riesgos de comportamientos agresivos en el deporte infantil y juvenil, como insultos, juego sucio, violencia verbal, psicológica o física, entre otros.
La violencia en el deporte escolar genera consecuencias negativas, como el probable aumento de la agresividad en la edad adulta, falta de autoestima, ansiedad y problemas de socialización. Así, el deporte puede convertirse, en algunos casos, en un medio de transmisión de valores negativos.
Conscientes de esta realidad, las Administraciones han ido aprobando medidas inconexas e iniciativas en diversos ámbitos, como la del Ayuntamiento de Polanco junto a la asociación ‘Tolerancia CERO al Bullying’. Como ha manifestado Leticia Díaz, portavoz de VOX: «La inadecuada formación en esta materia por parte de entrenadores y otros intervinientes puede contribuir a aumentar la violencia, del mismo modo que los padres también pueden influir en el clima general de agresividad».
Clubes, asociaciones deportivas y centros escolares suelen carecer de la capacidad económica necesaria para abordar adecuadamente esta problemática. Por ello, desde los poderes públicos se requiere proteger a los menores mediante la formación específica para identificar y prevenir el abuso y la violencia.
Por todo ello, el Grupo Parlamentario VOX presentó esta proposición no de ley para aprobar, desde la Dirección General de Deportes, un programa de formación continua para monitores, entrenadores y adultos relacionados con la práctica deportiva. Este programa ayudaría a identificar y prevenir el abuso y la violencia, poniendo a disposición de clubes, centros deportivos escolares, asociaciones o federaciones deportivas dicho servicio de formación continua.
