Alejandro Nolasco y Juan Manuel Hernández en Subdirección General de Planificación Ferroviaria en Madrid

El tramo Teruel-Zaragoza, del corredor del Cantábrico Mediterráneo, quedó suspendido en 2016

Alejandro Nolasco y Juan Manuel Hernández, hablaron de la importancia de que este informe se termine para optar a la financiación europea de 2021

Los candidatos de VOX al Congreso y al Senado por Teruel, Alejandro Nolasco y Juan Manuel Hernández, se desplazaron ayer lunes a la Subdirección General de Planificación Ferroviaria en Madrid para consultar, en persona, el estudio informativo y conocer, de primera mano, su estado actual de redacción.

Tras una breve reunión con el Subdirector General, los candidatos de VOX pudieron acceder a toda la documentación del estudio y comprobar que quedó suspendido en 2016 sin llegar a alcanzar la fase de información pública.

Durante la reunión No fue posible conocer las razones que condujeron a la no aprobación del estudio y su consiguiente paralización.

En síntesis, el estudio fue licitado en febrero de 2011, adjudicándose a la empresa Euroestudios y su realización técnica duró 5 años, hasta el año 2016, quedando únicamente pendiente la fase de información pública. Para ello, era necesaria la aprobación del Ministerio, decisión política que nunca se produjo. Es de reseñar que, según la información recabada por Nolasco y Hernández, será necesaria una revisión y actualización del Estudio con el fin de adecuarlo a la normativa vigente, lo que retrasará, inevitablemente, su finalización.

En declaraciones a los medios de comunicación, los candidatos al Congreso y al Senado, reiteraron la crucial importancia de que este informe culmine su elaboración con el fin de que el proyecto de ejecución del corredor pueda optar a la financiación europea prevista para el año 2021.

Los candidatos se mostraron convencidos de que la paralización del Estudio informativo en 2016 y de todo el tramo turolense del corredor, se debe a los profundos desequilibrios territoriales que sufre España y a las presiones de los separatistas catalanes, que forzaron a desviar enormes flujos de dinero y recursos públicos a Cataluña para intentar aplacar el proceso golpista.

Sin infraestructuras de comunicación como la A-40 y el Corredor Cantábrico – Mediterráneo no será posible encontrar una solución al dramático problema de la despoblación de la provincia de Teruel.