6,6 millones de contrataciones menos en 2020

El impacto directo del coronavirus en el empleo ha provocado el descenso de las contrataciones hasta niveles de 2013.

La gestión de la pandemia por parte del Ejecutivo de Sánchez ha desembocado en que, en el mes de noviembre, los españoles que se encontraban en situación de desempleo ascendían a 4,5 millones. Además, en dicha cifra no se contabilizan aquellas personas que se encuentran en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Por otro lado, éstos han llegado a la cantidad de 755.000 compatriotas que, además, no figuran como desempleados sino como ocupados. En este sentido, viven con las incertidumbres derivadas de no haber podido cobrar las ayudas que se les prometieron a causa del colapso del SEPE y con la duda de saber si podrán regresar a sus puestos de trabajo.

De acuerdo con los datos aportados por el Ministerio de Trabajo, las contrataciones se han reducido hasta llegar a niveles de 2013, cuando España se encontraba en plena segunda recesión tras la crisis de 2008. En comparación con el año 2019, en el 2020 se ha producido un descenso en las contrataciones cuantificado en 6,6 millones. Concretamente, en 2019 las contrataciones superaron los 22,5 millones, mientras que el pasado año solo fueron de 15,9 millones. El descenso de un año para otro ha sido de un 30%.

Santiago Abascal, presidente de VOX, ha denunciado reiteradamente la labor negligente del Gobierno de Sánchez en materia económica y de empleo y afirmó, recientemente, que: “Ni toda la propaganda del mundo es capaz de tapar la ruina y la pobreza que provocan. Lo dijimos y lo repetimos hoy: si Sánchez quiere salud y prosperidad para los españoles, lo único que puede hacer es irse. Con Sánchez e Iglesias no hay futuro”

Una de las propuestas estrella que presentó la formación en numerosos foros, entre los que destaca la Comisión de la Reconstrucción social y económica, fue la de que el Gobierno abonara las nóminas de trabajadores y autónomos durante los 3 meses que se les impidió trabajar. Dicha medida la adoptó posteriormente Reino Unido, pero, en el caso de nuestro país, decidió no adoptarse y el Gobierno esperó a que comenzara la destrucción de nuestro tejido productivo e industrial para adoptar medidas que han terminado por revelarse como ineficaces.