Tras meses de bloqueo por parte de la izquierda, el informe de VOX para la reforma de la base de datos Eurodac ha salido adelante. Lo ha hecho este lunes en la comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior del Parlamento Europeo, venciendo las constantes presiones de las oenegés y los lobbies pro-inmigración, que a pesar del ruido no han logrado convencer a una mayoría de eurodiputados.
Sí los ha convencido el ponente principal del del informe, el portavoz de VOX en la Eurocámara, Jorge Buxadé, tras meses insistiendo en que esta reforma debía superar el bloqueo, para lo cual se dirigió a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y se reunió en junio con la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola. El resultado final: 39 diputados a favor del informe y apenas 15 en contra.
La reforma de Eurodac tiene como objetivo la continuación de los trabajos para ampliar el ámbito de aplicación de esta base de datos, a fin de identificar a los nacionales de terceros países que se encuentran en situación ilegal y a los que han entrado en suelo europeo de forma ilegal por las fronteras exteriores. Una vez se ponga en marcha, dicha reforma ayudará a los Estados miembros a poder documentar a un nacional de un tercer país en situación ilegal para así poder retornarlo, utilizando para ello sus datos biométricos.
El informe negociado por Buxadé facilitará el trabajo de las autoridades, en particular en lo que respecta a los inmigrantes ilegales que utilizan medios engañosos para evitar su identificación y así frustrar su posible re-documentación. La modificación de este Reglamento permitirá la puesta a disposición de las autoridades de los Estados miembros de los datos e información que se tomen sobre los nacionales de terceros países sin ninguna identificación ni motivo lícito para permanecer en la Unión, para así reducir la duración de los procedimientos de retorno y readmisión necesarios y para combatir la usurpación de identidad.
Durante las negociaciones, el eurodiputado de VOX insistió en mantener los acuerdos a los que se llegó con el Consejo para rebajar la edad de toma de datos de los inmigrantes a los seis años, así como en hacer la base de datos Eurodac interoperable con el resto de bases de datos de la UE, con el objetivo de incrementar la seguridad de todos los europeos.
Otro de los puntos de fricción que se consiguió incluir en el texto fue la garantía de acceso por parte de la agencia de protección de fronteras Frontex y la inclusión de alertas de seguridad.
El pasado mes de junio, la presidenta de la Comisión Europa, reconoció por carta a Jorge Buxadé que desbloquear la reforma de Eurodac era “clave” para gestionar la inmigración ilegal, ampliando el número de personas a monitorizar y permitiendo que opere con otros sistemas de información de la UE en materia de fronteras, inmigración y seguridad.