El secretario general de VOX, Ignacio Garriga, se ha desplazado hoy hasta Pamplona, donde se ha reunido con el equipo de VOX. Allí, ha atendido a la prensa y ha aprovechado para lanzar una recomendación a la presidente de la Comunidad Foral, María Chivite: «Sería bueno que dejara de recibir a terroristas en el Parlamento». Por el contrario, le ha solicitado que «escuche a los agricultores que salieron ayer con sus tractores; a las familias y a los trabajadores, que están hartos de la presión fiscal a las que le somete este Gobierno foral».
También se ha referido a los vecinos, «hartos de la inseguridad creciente, que ha aumentado por encima de un 30% desde 2015, por culpa de la inmigración ilegal». En este sentido, ha recordado que esta situación sólo la denuncia VOX, y la llevó al debate en el Parlamento regional. Sin embargo, «los ciudadanos de esta comunidad foral tuvieron que ver, con auténtica vergüenza, que la mayoría de los parlamentarios abandonaran la sesión porque no querían reconocer las consecuencias de sus nefastas políticas de puertas abiertas».
Sin embargo, ha advertido de que VOX va a continuar diciendo que «nadie puede entrar en situación irregular. Que si entran en situación irregular, serán devueltos en el minuto uno; que a todos los regularizados que delincan se les retirará la nacionalidad y serán deportados». En este punto ha recordado que «estamos hartos de pagar las cárceles de extranjeros en territorio nacional» porque el dinero, ha dicho, «está para reforzar el sistema de bienestar de los españoles, que cada vez está peor». En definitiva, «están condenando a las generaciones futuras a tener que sobrevivir, y no a vivir como sí pudieron hacer sus padres y sus abuelos».
El secretario general de VOX también ha aprovechado para lanzar un mensaje a los violentos, que hace pocos días volvieron a atacar a los miembros de VOX: «Nunca hemos dado un paso atrás ante la violencia y la intimidación» porque «nos asiste el compromiso con la Patria y la defensa de la libertad en todos los órdenes». Así que les ha recomendado que «abandonen toda esperanza».
Del mismo modo, ha exigido al Gobierno de María Chivite que garantice la seguridad de los cargos de VOX y de los actos que organice la tercera fuerza política de España.