El presidente del grupo parlamentario de VOX en el Parlament de Catalunya ha reclamado a los líderes separatistas, en su intervención en el segundo debate de este martes, que “deberían pedir perdón por lo que han hecho y marcharse para siempre”. En su discurso pronunciado en el auditorio de la cámara catalana, ha asegurado que en Cataluña “no hay ningún conflicto político”, sino que lo que hay es un grupo de políticos -algunos presos, otros huidos y otros presentes- que han “subvertido el orden constitucional” y utilizan las instituciones para “impulsar una agenda de ruptura”, que es “el delito más grave” de nuestro ordenamiento jurídico.
Además ha dejado claro que denunciar el fundamentalismo islámico en Cataluña y las consecuencias de la inmigración ilegal no es no es un discurso de odio, sino “señalar una problemática que sufren muchos catalanes y que va a más”. De hecho, ha añadido de forma rotunda que “no hay mayor discurso de odio que hacer pasar a los violentos por demócratas”, en referencia a los ataques que ha sufrido VOX durante toda la campaña electoral y que el gobierno de la Generalitat se ha negado a condenar. En este sentido, también ha afirmado que no hay diferencias entre Borràs, Aragonès y la CUP porque “unos tiran la piedra y otros esconden la mano”.
Por otro lado, Ignacio Garriga ha denunciado que el candidato a la presidencia de la Generalitat no tenga intención de reforzar el sistema sanitario, ni blindar la salud de los catalanes, ni destinar fondos para garantizar el bienestar de todos en plena crisis sanitaria. El presidente del grupo parlamentario de VOX ha asegurado que esta circunstancia se da porque el separatismo no quiere acabar con el “despilfarro político” y que mientras no “cierren TV3”, no dejen de pagar “salarios millonarios a políticos metidos a tertulianos” y sigan subvencionando a “entidades separatistas” evidenciarán que lo que el partido lleva meses afirmando: “Ellos protegidos y los catalanes abandonados”.
