Iván Espinosa: ‘El reto nacional para 2021 es recuperar la sanidad, la economía y la cordura’

Para interés de los lectores, reproducimos la entrevista íntegra que el diario Vozpópuli realizó a Iván Espinosa, portavoz de VOX en el Congreso de los Diputados. Pueden consultar la entrevista original del diario clicando en el siguiente enlace.

¿Cuáles son los retos de España para 2021?

El reto común, sin duda, es recuperarnos como nación en lo sanitario, económico y social. Y recuperar la cordura. Estamos perdiendo por completo la cordura y nos estamos viendo dirigidos por un atajo de personas con mucha ideología pero muy poca preparación y experiencia. No han dirigido ni la comunidad de vecinos y han pasado de ser profesores no numerarios de la facultad a ser ministros con demasiada facilidad. Todo esto está generando mucho daño.

Acaba el año de la pandemia y arranca el de las vacunas. Usted es de los pocos dirigentes de VOX que no se contagió de Covid-19, ¿se va a vacunar?

En un principio, el número de dosis será limitado y se reservará para los grupos de riesgo. Yo todavía no me la pondré porque no tengo prioridad.

¿Y llegado el momento?

Cuando llegue ese momento, que no será en los próximos seis meses, evaluaré con mejores datos de los que tengo ahora.

La campaña de vacunación se ha convertido en un nuevo campo de batalla política a raíz de la supuesta propaganda del Gobierno. ¿Cree que están siendo unos y otros, oposición incluida, irresponsables con la población desde el punto de vista sanitario?

No sé muy bien en qué sentido la oposición puede estar siendo irresponsable. Lo que hemos tenido es una enorme irresponsabilidad de los gobernantes, tanto del Gobierno central como en las Comunidades Autónomas. No han estado a la altura.

Tenemos gobiernos de todos los colores políticos y ninguno lo ha hecho bien, así que quiero creer que no solo se debe a que tenemos dirigentes muy ineptos, que los hay, sino que también responde  a un sistema sanitario inapropiado para abordar la situación actual y competir en un mercado global.

¿Cuál es la principal debilidad que encuentra en el sistema?

Está fragmentado en 17 reinos de taifas y esto impide que los gobernantes puedan dar mejores soluciones. Han demostrado una absoluta falta de coordinación y de respuesta ante la crisis sanitaria, económica y social.

¿Y cree que centralizar la Sanidad es la panacea para resolver una crisis con tantas aristas?

No. Lo que creo es que tener una sola respuesta sanitaria al conjunto de los problemas sanitarios españoles, no solo al del coronavirus, es una condición necesaria pero no suficiente. No puede ser la panacea porque,  además de tener un sistema unitario, este debe estar bien gestionado y dotado, adaptado a los tiempos modernos y mejorar en su colaboración con la medicina privada.

Araceli, la primera vacunada de España, se santiguó y dio las gracias a Dios para después convertirse en el blanco de algunas críticas en Twitter. ¿Qué le parecen este tipo de juicios, sobre todo, hacia las personas mayores?

Muy sintomático de la falta de respeto a las creencias de muchos españoles. En España se está en un esfuerzo constante de inyectarnos una sociedad multicultural en la que todo tiene que ser respetado menos lo nuestro. Menos aquello que supone la identidad milenaria española.

España es un país cristiano: es un tema cultural y no religioso. Si hubiera dado las gracias a Alá, hubieran dicho ‘¡Qué tierna la abuelita!. Criticar que se santigüe solo demuestra odio hacia uno mismo porque el origen cultural de un español es cristiano.

¿Quiénes están detrás de ese esfuerzo que menciona?

Todos los políticos progres de todos los partidos que llevan años intentando desmontar nuestras raíces históricas, culturales e identitarias de manera activa o pasiva. Y, en especial, el nacionalismo porque trata de hacer de esto una palanca de ruptura con España.

Usted es uno de los parlamentarios más asiduos a Twitter, caldo de cultivo para polémicas de este tipo. ¿Qué es lo que más le gusta de esta red social y qué dejaría de lado?

Lo que más me gusta es la capacidad de poder tener contacto directo con partidarios y no partidarios. En muchos casos se establecen diálogos muy enriquecedores. Es una herramienta muy buena para estar al día instantáneamente de cualquier noticia y yo soy un poco yonqui de las noticias. Lo he sido siempre y, ahora, con más motivo.

Lo peor son los trolls y el desprecio por el diálogo y el análisis crítico. Hay mucha gente de todo el espectro político que no razona y se toma su partido político como su equipo de fútbol, de una manera forofa e irracional.

¿Reconoce que también hay ‘trolls’ entre los partidarios de VOX?

Los hay en todas partes.

El Grupo Parlamentario VOX se ha convertido en uno de los más activos del Congreso al registrar iniciativas parlamentarias. ¿Qué recorrido les augura?

Nosotros las presentamos como ejercicio de responsabilidad con el trabajo que nos han encomendado. Tenemos la función de controlar al Gobierno como partido de la oposición y también de hacer propuestas.

Aunque el 99% no salgan adelante tienen una doble utilidad. La primera es defender unas ideas que nadie defiende en el Parlamento. La segunda es crear un acervo de iniciativas que quedarán registradas y que formarán parte del núcleo del proyecto cuando gobernemos.

¿Tienen expectativas de formar parte del Gobierno de España?

Sí. Más pronto que tarde.

A la ofensiva parlamentaria, se suma otra judicial. ¿Cuáles son los frentes más importantes para usted?

Hemos presentado once recursos de inconstitucionalidad y hemos anunciado dos más. Todos son importantes, como lo fue la causa del procés, pero destaco el relativo a la ley de la eutanasia. Esta ley es un ataque a la vida de muchas personas, especialmente de nuestros mayores.

Se genera una cultura de presión  hacia las personas que dejan de ser útiles desde el punto de vista productivo, como si fuesen un estorbo. Esto no se señala en ningún punto del articulado, pero es la consecuencia práctica que hemos visto en otros países.

¿Teme que los jueces traduzcan ese aluvión de recursos en incapacidad para resolver los asuntos en el Parlamento?

El Tribunal Constitucional es un órgano al que no se llega fácilmente. Está para lo que está. Que haya un partido político que, con más de 50 diputados, presente más recursos que otros y que haya estimulado a hacerlo a los demás no debería sorprender a nadie.

Lo raro es que no se haya hecho en el pasado. No tiene que ver con incapacidad política, sino con el rodillo que están imponiendo, a nuestro juicio, de manera inconstitucional. La pregunta es más bien cómo es posible que el TC se permita estar 10 años sin resolver algunas causas como la del aborto. O, ahora, con las prórrogas del estado de alarma.

Hablando de otras denuncias, acaba de ser archivada una contra usted por decir que «un extranjero es tres veces más propenso a violar que un español». La jueza ve «absolutamente desafortunada» la expresión, pero descarta el delito de odio. ¿Mantiene la frase?

Fue en noviembre de 2019. Yo estaba siendo entrevistado en la televisión y me preguntaron si no me parecía peligroso dar unos datos que dio Abascal cuando los extranjeros solo generaban el 30% de las violaciones.

El tema ya pasó de los delitos en manada a los que se refirió Abascal a las violaciones en general. Y me limité a explicar que si el 10% de la población comete el 30% de los delitos de esa naturaleza significa que lo cometen tres veces más de lo que cabe esperar por su tamaño de población. Es una cuestión de estadística. No es una opinión, es un dato matemático.

No puede ser odioso dividir 30 entre diez. Por otro lado, la jueza no ha dicho que «la política antiinmigración de VOX» sea «odiosa» como titula ‘El País’. Para empezar, VOX no va en contra de la inmigración, sino de la inmigración ilegal.

VOX lleva meses refiriéndose a ‘El País’ como ‘Lo País’. ¿Qué quieren expresar?

‘El País’ es un medio que tuvo un enorme prestigio. Siempre fue un medio de izquierdas, pero era un buen medio. En Economía, Internacional y Cultura destacaba mucho, tenía a gente muy buena y una visión muy certera de todo lo que pasaba por el mundo.

Pero la crisis de los medios de comunicación ha provocado que algunos hayan perdido su credibilidad y se hayan convertido en panfletos reaccionarios desconectados de la realidad. Ya no se distingue de un blog de un chaval de segundo curso de Política o de lo que dice una influencer en Instagram. Eso es lo que viene a decir ese apodo: que ha perdido credibilidad.

Ha comparado la labor de algunos medios con las prácticas de Goebbels…

Claro, porque repiten una mentira mil veces hasta que parece que es verdad. Además ya mienten con cosas absurdas.

¿Y le parece una práctica democrática vetar a periodistas y señalarles públicamente? Las asociaciones de periodistas lo han denunciado…

Yo pensaba que tenían algún prestigio hasta que empezamos a ver cómo funcionaban. Presentamos no menos de una docena de denuncias sobre mentiras publicadas sobre nosotros. No eras errores, ni críticas, ni opiniones, eran falsedades.

No hubo reacción y, al contrario, cada mínima denuncia de un periodista contra cualquier cosa que hiciéramos nosotros, enseguida sacaban el comunicado. En teoría, están para velar por el cumplimiento de las buenas prácticas.

Insisto, ¿justifica los vetos a periodistas y medios en función de lo que VOX considera que son mentiras?

Yo no era partidario de vetar a nadie. No tenemos un solo medio que nos trate bien, ninguno. Ni lo pido. Tampoco nos hace falta. Lo que sí pido es que nos traten exactamente igual que a los demás, con críticas incluidas, pero igual que a los demás. Si tú no nos vas a tratar como a los demás partidos y lo afirmas así en un editorial, yo tampoco te voy a tratar a ti como a los demás medios.

Es absolutamente democrático. Dicho esto, VOX tiene menos cobertura mediática que ningún otro grupo en las ruedas de prensa tras las juntas de portavoces. Van menos periodistas y muchas veces no hay preguntas. ¿Es eso democrático? En esta profesión a veces veis la paja en el ojo ajeno y no veis la viga en el propio…

Le vimos emocionado con Ignacio Garriga durante el debate de la moción de censura contra Pedro Sánchez. ¿Qué representa para usted su candidatura a la presidencia de la Generalitat?

Representa un halo de esperanza en una región en la que los constitucionalistas de cualquier signo político han sido abandonados y dejados a su suerte. Hace décadas hubo un atisbo de esperanza con Vidal-Quadras, pero el PP ha ido cambiando de candidatos constantemente.

Después surgió Ciudadanos, llenó de esperanza a mucha gente y tuvo una actuación brillante. Pero su líder decidió dar el salto a la política nacional y dejar tirados a sus votantes. Se quedó Inés Arrimadas y logró ganar las elecciones. Otro momento ilusionante, pero ni se presentó como candidata, ni intentó formar gobierno. De nuevo, otro abandono.

Frente a esto, Garriga significa el compromiso y la esperanza. Es una persona joven pero experimentada como diputado. Tiene su vida invertida en Cataluña y no va abandonar.

Usted mismo pronunció palabras en catalán desde la tribuna de oradores del Congreso y hace poco se presentó en Barcelona con una señera en la mascarilla. ¿A qué responde este giro?

No hay ningún giro. Yo siempre he hablado algo de catalán. No tiene nada de particular. Las banderas constitucionales de cada región son perfectamente legítimas, unas más que otras, pero las históricas con motivo.

¿Pero están potenciando más los símbolos autonómicos en Cataluña que en otras regiones como Galicia y País Vasco, donde hubo elecciones recientemente?

No son símbolos autonómicos. Son símbolos regionales. La bandera catalana, que es la bandera de Aragón, tiene cientos de años, mientras que la comunidad autónoma solo unos pocos. El respeto por la cultura, la tradición, la literatura, el idioma y las costumbres regionales no tiene nada que ver con el sistema administrativo de gobierno, que es un invento de anteayer y no tiene nada de histórico. Pero igual que la Comunidad de Madrid y su bandera. Es otro invento sin fundamento histórico.

Las encuestas pronostican buenos resultados para VOX en las elecciones catalanas, ¿sigue sin confiar en ellas?

No confiamos mucho. Pero sí confiamos mucho en otros dos indicadores. El primero es objetivo: el número de afiliados. Cuando crece, suele ir acompañado de un crecimiento del número de votantes. Esto falla muy poco y en Cataluña está creciendo sustancialmente.

El segundo es el trato en la calle. Es algo subjetivo, pero ahora mismo vemos cómo en Cataluña se ha pasado de ignorarnos a darnos las gracias y a animarnos en las calles. Mucha gente se atreve a acercarse y esto no era así al principio.

¿Le gustaría fichar a Cayetana Álvarez de Toledo en Cataluña?

Álvarez de Toledo está muy bien donde está porque en el Partido Popular hace falta alguien que diga las cosas que muchos de sus votantes piensan pero ninguno de sus dirigentes dicen. Con ella hay una coincidencia en la valentía de decir las cosas y hacer frente al nacionalismo y a la izquierda. Pero también hay muchas diferencias. Es una diputada que, dentro del PP, dice las cosas. Nosotros somos 52.

Salvador Illa será candidato del PSC y Lorena Roldán se pasa al PP. ¿Prepara VOX alguna incorporación de cara al 14F?

No. Nuestro candidato es Ignacio Garriga y lo que tenemos son docenas de personas muy cualificadas en distintos ámbitos que nos asesoran desde fuera con propuestas. Hay mucha gente partidaria de VOX, entre ellos,  abogados, juristas, inspectores y otros altos cargos del estado, que no pueden ni deben significarse. El día que gobernemos podremos tirar de este nutrido banquillo y esto nos da tranquilidad. Quizá tendremos el mejor Ejecutivo de la historia de España en cuanto a cualificación técnica.