La propaganda de Pedro Sánchez para ocultar su gestión criminal de la COVID-19

Sánchez opta por la propaganda ante la imprevisión y la improvisación del Ejecutivo.

Según se ha podido saber a través de un artículo publicado en El Confidencial, muchos de los ayuntamientos españoles recibieron el domingo una orden que procedía de la Delegación del Gobierno de su comunidad. En ella, se señalaba un protocolo para el reparto de mascarillas que tendría lugar el lunes y el martes.

Lo peculiar de la comunicación es que, al final del documento, se ordenaba “un reportaje fotográfico de cada dispositivo montado de reparto” y se recordaba a los destinatarios que “cualquier comunicación pública que se realice de la campaña” del reparto de este tipo de material ha de contener información que señale que se hace desde el Gobierno de España.

Este gesto, simbólico pero característico, determina el énfasis del Ejecutivo de Sánchez por ganar la batalla del relato ante unos hechos que hablan por sí mismos.

Subvenciones y propaganda

No se trata del primer precedente propagandístico, pues el Gobierno de Sánchez ya se encargó de regar con 15 millones de euros a las televisiones privadas.

Si el Ejecutivo hubiera realizado una correcta gestión en la compra y la administración de material sanitario (EPIs, mascarillas y test) no se vería forzado a instar a las comunidades a llevar a cabo una campaña propagandística que lave su imagen, especialmente en lo referido a unas mascarillas que han encontrado tantas pegas entre los sanitarios.

 

Protejamos España

Frente a la imprevisión del Gobierno y su cohorte propagandística, VOX propuso en dos medidas contundentes destinadas a la logística y la distribución de material sanitario.

En primer lugar, implicar a las FFAA en la logística, en recursos humanos y en comunicación de la red sanitaria y de residencias de ancianos así como en todas las actividades esenciales del Estado y de la industria que lo requieran.

Además, la medida número tres del decálogo aboga por la implementación de un Plan de Emergencia de Producción Nacional para la fabricación urgente de material sanitario y farmacéutico o de cualquier otro sector imprescindible en esta crisis, ofreciendo, a todas las empresas implicadas, la asistencia del Estado y el apoyo presupuestario.