El Gobierno y las élites mediáticas censuran la denuncia de VOX acerca de las excepciones del ingreso mínimo vital para inmigrantes ilegales.
El BOE establece que «excepcionalmente aquellos que sean víctimas de trata de seres humanos, a pesar de no tener residencia legal en España podrán acceder a la renta mínima vital». Una información que las mafias migratorias han aprovechado para disparar el efecto llamada y alentar entre los inmigrantes ilegales la espera de que, una vez en territorio nacional, recibirán una cantidad mensual del Estado.
La publicación de este tipo de excepciones sin una explicación detallada favorece el negocio de las mafias migratorias y provoca miles de muertos en el Mediterráneo cada año. En VOX queremos conocer qué criterios, jurídicos o políticos, se utilizarán para obtener esta condición y qué medidas va a tomar el Ejecutivo para frenar el efecto llamada.
Era de esperar que la denuncia de VOX no cayera nada bien entre el Gobierno y sus élites mediáticas. Lo contrario hubiera sido una sorpresa. Nos enorgullece que nos consideren un obstáculo para cumplir con su maquiavélica agenda ideológica. Son ellos los que alientan las grandes oleadas migratorias con el objetivo de lograr mano de obra más barata y favorecer la creación de sociedades multiculturales, ya fracasadas en gran parte de Europa.
⭕️ Efecto Llamada:
Más publicaciones en redes sociales que publicitan por todo el Magreb el ingreso mínimo vital.
👉🏻 Desde las cuantías que pueden percibir, a cómo solicitarlo y la posibilidad de acceder a la ayuda a pesar de encontrarse en situación irregular. pic.twitter.com/1mKVQE5RN8
— Rubén Pulido (@rubnpulido) May 30, 2020
No les importan los miles de muertos que provocan sus decisiones, como tampoco les importó prostituir la noble condición de refugiado de guerra para imponer una oleada migratoria, básicamente de hombres en edad adulta, en el año 2015 o los efectos nocivos de las avalanchas migratorias en los países europeos.
Resguardados en sus grandes despachos, ajenos a la realidad de las calles y las necesidades de los trabajadores, las élites progresistas imponen y disponen a su antojo mientras los europeos financian la factura de sus dogmas multiculturales. Su fin -caída de los salarios e imposición de nuevas culturas- siempre justifica sus medios -muerte de miles de personas, violaciones y agresiones sexuales o estados fallidos-. Lecciones de humanidad, ninguna.