Lo nuestro primero, por Jorge Buxadé

Reproducimos aquí (en su totalidad) el artículo que ha escrito el vicepresidente primero y jefe de la delegación de VOX en el parlamento europeo, Jorge Buxadé, para su blog sobre la iniciativa del partido «Lo nuestro primero» .

La crisis del Coronavirus, la emergencia de salud que ha colapsado nuestros sistemas de respuesta sanitaria, y la emergencia económica que amenaza con destruir nuestro tejido productivo, ha puesto de manifiesto, con crudeza, una realidad que ya veníamos denunciando: que los gobiernos socialistas y populares han sacrificado la capacidad industrial y han aumentado la dependencia de terceros países como China, el fracaso de la deslocalización de empresas, la ineficacia e insolidaridad innata del Estado de las Autonomías, y la traición de los partidos de “izquierda” a los intereses reales de los trabajadores, y autónomos de España.

Los perdedores de la crisis son los perdedores de la globalización: son los cientos de miles de españoles que no pueden acudir al teletrabajo (comercio minorista, sector de restauración, hostelería ) o que, más aún, dependen del presupuesto público porque los sucesivos gobiernos de España no han sabido establecer las condiciones para la creación de empleo y que, además, ven como deben disputar las ayudas sociales con cientos de miles de extranjeros que residen ilegalmente en España.

La “izquierda” hace ya muchos años que dejó de interesarse por los trabajadores españoles. Desde mayo del 68 en toda Europa, el izquierdismo, luego derrotado con la caída del telón de acero, se ha refugiado en posiciones identitarias instrumentalizando “colectivos” sociales en su praxis de confrontación social (feminismo, género, racismo, inmigracionismo, ecoradicalismo o animalismo) son las sucesivas banderas que ha ido levantando la izquierda. Banderas imaginarias y artificiales en muchos casos, alejadas de los problemas reales de los españoles de a pie, que producen un efecto social directo, que es la confrontación y otro indirecto, cual es oscurecer u ocultar la situación real: una economía nacional cada vez más débil, con menor capacidad industrial, una economía de servicios que languidece y está sobreexpuesta a cualquier crisis; ya la del 2008, ya ésta que se nos viene encima.

En la campaña de las europeas yo repetía que la Unión Europea ha convertido España en el parque de atracciones de los europeos. Pues la crisis nos ha dado por desgracia la razón.

En esa estrategia la izquierda ha contado con un gran aliado: las grandes corporaciones mundialistas, que buscan en su propio interés, la desaparición de las fronteras, la uniformización a la baja de los sistemas de protección social, la reducción constante del “precio de la mano de obra”.

¿Qué ha hecho la ultraizquierda para ocultar la crisis económica que en todo el mundo amenaza a las clases medias? Convertir un caso concreto de una detención policial en Mineápolis en un conflicto global. ¿Quién lo ha secundado con alborozo publicitario? Las grandes multinacionales.

El trabajador, el autónomo, el pequeño y mediano empresario se encuentran desprotegidos. En VOX queremos representar sus intereses. No tenemos ni servidumbres económicas ni ideológicas. Es el sentido común. No es admisible que para sostener un mastodóntico estado autonómico la clase media sea esquilmada a impuestos; no es admisible que para seguir alimentando todos los chiringuitos del género, feministas, animalistas o ecoradicales, el Estado necesite, cada vez más, devorar las economías familiares.

La Alternativa Social y Patriótica consiste en poner al español en el centro de la política. Pero al español concreto: a todos los fernández, pérez, seijas o raventós. Consiste en dejar de hacer política para los políticos, para los partidos, para los territorios, o para los colectivos y empezar a hacerla por el español de carne y hueso; el que se ha quedado sin empleo, el que no puede acceder a una vivienda a pesar de tener empleo; el que, queriendo, no puede fundar una familia.

Alternativa Social y patriótica es denunciar que la verdadera brecha, el muro casi infranqueable que nuestra sociedad ha impuesto a las mujeres, es el de la maternidad.

Alternativa Social y patriótica es que las Administraciones, cuando hagan concursos públicos piensen preferentemente en esa responsabilidad nacional, apartándose de los regionalismos insolidarios y de una mal entendida libre competencia con terceros países, que no es sino desleal e injusta competencia en muchos casos; y piensen en las empresas y trabajadores españoles.

Alternativa Social y patriótica es reclamar permanentemente justicia para nuestros agricultores, pescaderos y ganaderos frente a los cupos, las cuotas, y la competencia ilegítima – y a veces ilegal – de terceros países.

Alternativa Social y patriótica es fomentar la solidaridad entre españoles y no su enfrentamiento, garantizar la movilidad geográfica en toda España de funcionarios, la equiparación salarial entre policías, fortalecer nuestros sectores estratégicos, proteger de verdad – y no con pasquines y performances – nuestro medio natural, nuestro sector agrario y pesquero.

Alternativa social y patriótica es defender los derechos de los trabajadores del campo del Gibraltar, exigir el respeto a la ley de extranjería, vigilar las fronteras y ser rigurosos en las aduanas para impedir la entrada de productos que compiten ilegalmente con los nuestros.

En fin, LoNuestroPrimero.