La Generalidad de Cataluña ha acordado este martes poner en marcha tres nuevas «delegaciones catalanas» en Australia, Senegal y Japón.
Continuando con la deriva separatista de las instituciones, copadas por una agenda partidista desde hace décadas, se han puesto en marcha nuevas delegaciones que forman parte del legado de Torra, que ya anunció estas aperturas en el Parlamento de Cataluña, durante su último debate de política.
El número de «embajadas» aumenta de esta manera, pasando de quince a dieciocho, extendiendo por diferentes capitales del mundo la propaganda separatista. Estos hechos se han prolongado en el tiempo durante varios años, ante la impasividad de ciertos gobiernos de uno y otro signo, que han visto proliferar este tipo de movimientos.
Actualmente la situación se antoja más complicada, pues al clima ya de por si permisivo con el separatismo hay que añadir las hipotecas del Gobierno de Sánchez, que debe su presidencia a los partidos separatistas así como a la extrema izquierda encarnada por Podemos, entre otras formaciones.
Coincidiendo con este anuncio, el Tribunal Constitucional ha declarado, también este martes, gran parte del plan estratégico de acción exterior que el gobierno catalán aprobó el pasado año. De esta forma, el TC anula la puesta en marcha del Diplocat -por entenderse que invade competencias estatales- así como la participación de la Generalidad en foros multilaterales.
La agenda separatista continúa avanzando inexorablemente debido a unos gobiernos que han sido indiferentes cuando no directamente complacientes con esta deriva. El ejecutivo de Sánchez, dependiente hoy de los movimientos separatistas, ha mostrado su total desinterés con esta y otras cuestiones, siendo VOX el único partido que ha tomado acciones legales y políticas, en el Congreso y en los tribunales.