Menores tutelados: El comprometedor silencio de la izquierda frente a las denuncias de VOX

Según se ha podido conocer en las últimas horas, los hechos no se limitarían a la prostitución, sino que se amplían también al trapicheo de drogas, a pequeños robos e incluso a riesgo de radicalización.

Los primeros casos de explotación sexual infantil en la isla se habrían detectado hace diez años, en torno al año 2010, según han reconocido los gobernantes del Consejo de Mallorca y del Ejecutivo regional. Años después, técnicos del Consejo avisaron de un incremento en los casos de explotación sexual de menores tutelados.

De esta forma, en el año 2016 se creó una comisión formada por el Gobierno, el Consejo de Mallorca y cuerpos policiales para afrontar dicho problema. Un año después, en 2017, se puso en marcha un protocolo para tratar de detectar estos hechos.

Aún así, los casos continuaron y las medidas de prevención fueron insuficientes a la hora de abordar este problema. Ha sido ahora, en el año 2020, cuando el escándalo ha saltado a la palestra y se ha hecho imposible acallar lo que ya era un secreto a voces desde hace tiempo, a pesar de la negativa de la izquierda a la hora de investigar este tipo de cuestiones, como ya dejaron patente votando en contra de la comisión de investigación que demandaba investigar estos hechos. Desde que salió a la luz, hace varias semanas, VOX ha demandado en todo momento conocer la verdad, promoviendo iniciativas y escritos para que se asuman las responsabilidades políticas pertinentes. El 24 de enero, Santiago Abascal se encargó de recordarlo ante el silencio imperante: ¿Rechazaron la auditoría que exigió VOX porque conocían lo que estaba ocurriendo?«.

Según ha publicado el diario ABC, tras haber consultado fuentes que etiquetan como de «máxima solvencia»: «No se trata solo de prostitución; un buen número de menores tutelados por la administración balear también está implicado en robos a pequeña escala y tiene su propio receptador, en tráfico de drogas al menudeo, en falsificación de documentos… Por supuesto, hay quien se beneficia de esas actividades delictivas al margen de ellos, incluso algún educador».