«Es hipócrita decir que evitan el impacto de género negativo al mismo tiempo que el Gobierno disminuye el complemento de maternidad en la pensión de jubilación para las madres de familia numerosa». Con esa frase, la senadora de VOX Pepa Millán ha dejado clara la constante contradicción de Gobierno respecto a las mujeres.
Así lo ha hecho durante el debate de la Proposición de Ley para el reconocimiento efectivo del tiempo de prestación del servicio social de la mujer en el acceso a la pensión de jubilación parcial. Una iniciativa que VOX ha apoyado porque «es de sentido común y es de justicia» para unas mujeres que «prestaron un servicio a España».
No obstante, la senadora ha reclamado también que se compute como cotización a la Seguridad Social el tiempo que los padres de familia se quedan al cuidado de sus hijos, «no por considerarlo una carga y un lastre, como piensa la izquierda; sino por su gran labor social». De hecho, se podría hacer, si el Gobierno «no gastara el dinero de los españoles en cosas que no ayudan a nadie, derrochándolo en múltiples inutilidades como en las que incurre este mastodóntico Ejecutivo».
Logro casi imposible
La senadora ha lamentado que que se penalice a las madres que han tenido cuatro hijos o más. «Familias que tanto contribuyen a la sociedad, en un momento en el que formarla es un logro casi imposible», ha apostillado la senadora, quien ha criticado «ese el feminismo hipócrita que practican».
Así, la senadora, quien ha recordado que el Gobierno «dice querer homologar las normas españolas con otros países, ha propuesto que homologuen las ayudas a mujeres como ocurre en Hungría, donde las mujeres con cuatro o más hijos no pagan el impuesto sobre la renta (IRPF) en toda su vida. «A ver si lo que les va a importar en realidad no es modernizar nuestro ordenamiento jurídico, sino satisfacer los intereses personales de los que han pisoteado la Ley», ha ironizado Millán.
Respecto al feminismo, Millán ha advertido de que «está causando un daño irreversible». Por ejemplo, «nuestro sistema de pensiones está quebrado, fundamentalmente por el suicidio demográfico, y gran culpa de ello la tiene este feminismo perverso e hipócrita con el que hoy se las dan de defensores de las mujeres».
Un feminismo que «considera a la familia un lastre para el desarrollo de la mujer; a los hijos como algo a lo que uno puede renunciar de la forma más cruel en función de si tienes problemas o no, si es deseado o no, supeditando la existencia de los individuos a las preferencias de sus progenitores, en lugar de ayudarlas a que los tengan». En definitiva, un feminismo que se dice defensor de las mujeres, «pero que no hace nada por facilitar su conciliación, castigándolas por ser madres».