Sánchez agudiza la crisis en el sector automovilístico: caen un 37% las matriculaciones en 2020

La industria del automóvil cae casi un 37% durante los diez primeros meses del año.

Las matriculaciones de vehículos en España han caído drásticamente este año como consecuencia de la pandemia y la gestión del gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, tanto a nivel sanitario como económico.

Desde enero, las ventas de la industria del automóvil descendieron un 36,8%  respecto al acumulado en este periodo de tiempo el pasado año, vendiéndose 669.662 unidades. En este sentido, durante el mes de octubre, las matriculaciones de turismos y todoterrenos cayeron un 21%, y únicamente se vendieron unas 74.000 unidades.

El desarrollo de la Covid-19 está siendo negativo, creando una incertidumbre que provoca la reducción del consumo privado de los españoles, por lo que existe una caída generalizada de las ventas. Estos datos no son aislados, ya que se inscriben dentro de una lista que indicadores negativos que sitúan a nuestro país a la cola de la recuperación en Europa: caída del PIB, paro juvenil, hundimiento de la industria turística… Todo ello ha contribuido a posicionar nuestra economía con los peores datos de nuestra historia moderna.

¿Qué propone el Plan Nacional elaborado por VOX?

Una batería de medidas para la consolidación de las PYMES, la defensa de los intereses industriales españoles reforzando las medidas de control y asegurando el cumplimiento de la normativa de consumo o garantizar la competitividad del suministro eléctrico, entre otras.

También VOX, de la mano del portavoz adjunto en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, y en el marco del programa Protejamos España, propuso la aprobación de un Plan de Emergencia Económica Nacional que incluyera medidas como la suspensión de las obligaciones tributarias de las empresas (IVA, IRPF e Impuesto de Sociedades) y, para el caso de los autónomos, la supresión del devengo de cuotas de la Seguridad Social durante el plazo que durara el confinamiento.

Además, Espinosa de los Monteros afirmó que el principal objetivo debía ser la protección del tejido productivo para evitar el cierre, tanto de pequeñas y medianas empresas como de autónomos. El gobierno de Sánchez, por el contrario, prefirió continuar con sus políticas negligentes que nos han llevado a esta situación.