Sánchez coloca a una separatista al frente de los informativos en Cataluña

La deriva de los organismos públicos sigue la creciente politización que está marcando la legislatura de Sánchez.

En consonancia con lo que el Ejecutivo ha venido haciendo con otras instituciones, véase la comunicación que han llevado a cabo en los ministerios, la politización que ya estaba presente en RTVE ha dado un giro más en este gran engranaje.

La cadena ha designado a Rosa María Quitllet al frente de los informativos en Cataluña a la par que cesa a directivos que estaban en desacuerdo con las medidas de Enric Hernández.

Se termina así con la suerte de vacío, devenido desde febrero tras el cese de Rafael Lara,  que se ha prolongado durando los últimos cuatro meses.

Partidismo y parcialidad en sus redes sociales

A Rosa María Quitllet se le ha podido ver en numerosas ocasiones portando el lazo amarillo en la solapa, esto es, menospreciando las instituciones judiciales, el Estado de derecho y socavando la credibilidad de nuestro país en el exterior. Además, ello implica que la información en Cataluña dependerá de alguien que no considera legítima la condena que el Tribunal Supremo impuso a los líderes de procés por delitos de malversación y sedición.

Visitando su cuenta de Twitter puede comprobarse que ha quedado relegada a un altavoz de ideas netamente partidistas y que para nada ejemplifican lo que debiera ser el ejercicio de neutralidad que se presupone en una directora de informativos en una cadena pública.

En su perfil en redes sociales, constituido por una amalgama de mensajes encuadrados en la extrema izquierda, se le ha podido ver compartiendo, incluso, mensajes escritos por miembros de Bildu sin ningún reparo.

A este nuevo nombramiento hemos de sumar los ya llevados a cabo por Sánchez en la cadena, que no tienen otro objetivo que anular la disidencia y canalizar una información que ha de ser objetiva, independientemente del partido que sea protagonista en el foco mediático.