Los agricultores son parte de la solución, no del problema. Así podrían sintetizarse los cambios que ha pedido VOX en el borrador de informe del Parlamento Europeo sobre la situación del Mar Menor, tras la misión parlamentaria de la comisión de Peticiones organizada el pasado mes de febrero y en la que estuvo presente Jorge Buxadé.
El objetivo de los cambios que propone VOX es claro: de un lado, que las conclusiones de la misión sean realistas y ayuden realmente a combatir la degradación de la laguna, y de otro, hacerlo contando con un sector que aunque es clave en la protección de este entorno, está sirviendo de chivo expiatorio para las organizaciones de fundamentalistas ecologistas.
En este sentido, los cambios propuestos por Buxadé al borrador de conclusiones pasan por pedir que la recuperación de los ecosistemas se lleva a cabo respetando los derechos de los agricultores, especialmente aquellos adquiridos legítimamente por la confianza legítima en la actuación de las administraciones españolas, como una exigencia del Estado de Derecho. Por ejemplo, manteniendo los terrenos dedicados actualmente a la producción agrícola al margen de que se cree un “cinturón verde”.
VOX pide también que se ejecuten todas las infraestructuras y canalizaciones que sean precisas para garantizar la evacuación de los residuos agrícolas a plantas depuradoras, de tal manera que se reduzca o se impida su llegada al Mar Menor, así como garantizar a los agricultores, residentes y turistas del Mar Menor un caudal de agua suficiente mediante el trasvase de agua de otras cuencas y demarcaciones hidrográficas de España, incrementando el caudal de agua trasvasada en la actualidad de forma sustancial.
Con respecto a la evacuación, depuración y reciclaje de los residuos, la formación pide que estas actividades sean objeto de financiación con los fondos ‘Next Generation’.
Esta misma semana, un estudio llevado a cabo por el colectivo Agroingenieros por el Mar Menor apuntó a las aguas residuales urbanas como causa del deterioro del Mar Menor. En este sentido, y sin negar la parte de responsabilidad de la actividad agrícola, una mala gestión de la red de saneamiento de las localidades de la zona sería la gran responsable del deterioro de la laguna del Mar Menor y los episodios de mortandad de peces de los últimos años.