Santiago Abascal

Abascal exige a Sánchez medidas reales para los ciudadanos: ‘De las crisis no se sale pisoteando a los humildes’

Discurso íntegro pronunciado por Santiago Abascal en el Congreso el jueves 13 de octubre de 2022:

Qué aplomo tiene usted, señor Sánchez, después de ayer que venga aquí y se atreva a hablar de la soberbia de otros. Imagínese el discurso que ha hecho y la credibilidad que tiene para nosotros después de escucharle algo como eso. Señor Sánchez, usted con tal de seguir ahí sentado está dispuesto a cualquier cosa, lo mismo ha traído a esta cámara los chantajes de sus socios separatistas y comunistas que aumentan las desigualdades y la división entre los españoles, que se ofrece como mayordomo de esos burócratas de Bruselas a los que nadie ha elegido. Señor Sánchez, el precio que cuesta que usted siga ahí sentado, a todos los españoles día a día, no puede seguir recayendo sobre el bolsillo de los ciudadanos.

Es verdad que sus delirios de autócrata que han erosionado la convivencia, la prosperidad y los derechos fundamentales son una característica y una responsabilidad exclusivamente suya, pero también es cierto que en lo referente en las grandes decisiones usted simplemente se limita a obedecer y a seguir las instrucciones que le trasladan desde esa oligarquía ideológica y burocrática que es contraria a los intereses de España y a la que usted se muere de ganas por pertenecer.

Esas oligarquías y esos poderosos contra los que aparentemente arremete pero a los que obedece, no han aprendido nada de las crisis de este siglo. Y usted se ha referido a algunas de ellas. O quizá sí han aprendido y lo hemos padecido, que la receta es seguir acumulando poder y dinero mientras erosionan la democracia y degradan el bienestar de los ciudadanos.

Así sucedió en la crisis de 2008, a la que usted hacía referencia. Luego hablaré de la crisis de 2015. Después de la actual crisis también. En aquella crisis donde unos pocos, los ricos, fueron más ricos y los pobres más pobres. Entonces, el bipartidismo, señor Sánchez, y creo que usted sabe de lo que le voy a hablar, consiguió cargarse una institución nacional como las Cajas de Ahorro, que hacían una gigantesca labor social y que era un patrimonio de todos los españoles, unas cajas de ahorro que después entregaron a los bancos una vez que habían sido saqueadas.

Si no recuerdo mal, creo que por aquel entonces usted era consejero de una de ellas, de Caja Madrid. De aquella crisis proviene la enorme brecha que separa a la clase dirigente de los pueblos de Europa y que hoy hemos visto aquí que viene usted sin corbata por delirios ideológicos, mientras los ujieres tienen que seguir viniendo con su uniforme.

El hecho de haber sentado junto a usted a los nuevos comunistas que parecían venir de las movilizaciones del 15-M, simplemente nos ha engordado a los ciudadanos la factura que tenemos que pagar, porque hay más cargos a los que colocar. Esa brecha se ensancharía años después, cuando la crisis migratoria del año 2015, y el incesante goteo de atentados islamistas puso entonces de manifiesto el fracaso de las sociedades multiculturales.

Entonces, desde los despachos o desde sus mansiones, los poderosos daban la bienvenida a miles y miles de inmigrantes ilegales y a todos los disfrazaban de refugiados y cantaban las bondades de la inmigración ilimitada que decían que necesitábamos por nuestra crisis de natalidad. Y también, según algunos CEOs de grandes empresas, porque eso serviría para bajar los salarios. Eran otros los que sufrían las consecuencias de ese efecto llamada en el mercado laboral, en las calles o en sus cuerpos, sin poder siquiera quejarse, porque no ha habido un solo día en el que los medios de comunicación no hayan tachado a los que se oponen a esas políticas de xenófobos y de racistas. Algún día se juzgará el modo en el que políticos y periodistas han insultado a sus propios pueblos y lo han estigmatizad en el mundo occidental.

Las mismas élites que en el 2008 dijeron a los europeos que la crisis era suya, era de Europa, dijeron en 2015 que también la culpa de la crisis era nuestra, era de Europa, de los que padecíamos la islamización, la inseguridad o los problemas de convivencia. La culpa para ustedes siempre es de otros que son los más humildes, que son los de abajo, que son los más débiles y que son las víctimas de sus políticas.

La culpa nunca es suya, señor Sánchez. Esa crisis migratoria fue el segundo gran atentado al bienestar de los europeos. Después, por toda Europa, ha surgido una reacción que ni ustedes pueden negar a ese multiculturalismo obligatorio y al buenismo suicida de burócratas, de políticos profesionales, de multinacionales y de medios de comunicación. Lo acabamos de ver en Italia. Lo hemos visto en Suecia hace ya tiempo, en Polonia y Hungría, la mitad de Francia ya ha reaccionado y España no va a ser menos cuando a los españoles se les devuelva la voz y el voto.

Hoy en el año 2022 la pandemia, la inflación y la actual crisis energética, qué duda cabe, han dibujado un nuevo escenario y ustedes pretenden salir de la misma forma que en las anteriores: acumulando poder sin controles democráticos, hasta el Tribunal Constitucional se lo ha afeado a usted, aumentando las fortunas de las grandes multinacionales, aumentando los impuestos a los autónomos y aumentando la deuda pública que van a tener que pagar las siguientes generaciones y luego repartiendo migajas y subsidios a los ciudadanos a los que previamente se ha robado el futuro y la prosperidad. Esa es su receta, señor Sánchez, esa es su receta, señores socialistas y comunistas, es lo que siempre han hecho, es lo único que saben hacer.

Si hubieran tomado nota de las crisis anteriores, serían capaces de bajarse del burro de la religión climática, que ya es sólo la excusa para arremeter una vez más contra los que menos tienen. Porque de la crisis no se sale pisoteando a los más humildes, ni regalando más soberanía, ni eludiendo los controles democráticos. De la crisis se sale protegiendo nuestros intereses y nuestros derechos. Y si hay que pedir sacrificios, se piden dando ejemplo, señor Sánchez. No subiendo el sueldo del gobierno y de los políticos en esta cámara.

Señor Sánchez, la guerra que padece Europa no se habría producido si los mandatarios europeos no nos hubiesen puesto en manos de Rusia y en manos de China, entregando nuestra prosperidad y nuestra soberanía. Putin se paga sus armas con el gas que usted le compra y usted le compra a Rusia cuatro veces más gas de lo que le comprábamos. Y además, de paso, arruina a los hogares españoles para pagar esas facturas. Se lo hemos dicho varias veces: en esta situación seguir hablando de transición ecológica es un chiste macabro. Primero, porque el eufemismo ofende. Ustedes llaman transición ecológica a la imposición de una superstición climática que no tiene con sus medidas ningún efecto beneficioso para el planeta, pero que se ha convertido en el nuevo gran negocio de las multinacionales woke y, por supuesto, de esos regímenes antidemocráticos a los que dicen combatir, pero que se ríen y se fortalecen con las restricciones que por su culpa nosotros nos autoimponemos. Así que nada de transición energética, señor Sánchez. Traición energética es exactamente lo que votó este Congreso.

Por eso lo primero y lo principal que tiene que hacer un gobierno que piense en la economía y en las clases medias y populares, pero también una oposición que presume de saber gestionar y cuadrar las cuentas es derogar la infame ley climática aprobada hace un año en este Congreso.

Es verdad que gran parte de ese disparate está impulsado por Bruselas, pero su gobierno, con la única oposición de VOX en esta Cámara, ha ido más allá prohibiendo la exploración de nuestros recursos naturales y energéticos. De verdad, yo he tenido oportunidad de hablar con mandatarios internacionales de esa votación en el Congreso y no se lo creen. Les cuesta muchísimo entender que ustedes mantengan una ley criminal que nos condena a la ruina y al frío.

Un disparate que solo se explica por una razón, por el fanatismo de unos y por los intereses oscuros de otros. Porque la realidad es que España tiene la posibilidad de producir gran parte de la energía necesaria para cubrir las necesidades de los españoles, dado que existe en territorio nacional reservas de hidrocarburos para más de 70 años y que las centrales nucleares podrían abastecerse con las minas de uranio españolas.

En España, señorías, lo hemos dicho otras veces, hay gas, hay petróleo, hay litio tan importante en este momento, hay carbón del que todavía no podemos prescindir. Además, tenemos la fortuna de que hay sol, de que hay viento, de que hay presas y de que hay desniveles para poder acumular la energía a través del agua. Y por eso, señorías, urgentemente se debe frenar el derribo de las centrales térmicas, se debe retomar la energía nuclear prolongando la vida de las centrales existentes y planificando la apertura de nuevas centrales.

Se debe poner fin al vaciado de los embalses, se debe terminar con la voladura de las presas. Hay que desarrollar un plan general de explotación y exploración sensata y sostenible de todos nuestros recursos naturales y no prohibirlo en este Congreso. Se debe presionar para modificar el actual sistema de fijación de precios hecho a beneficio exclusivo de la industria alemana. Se debe eliminar el mercado de derechos de CO2, que es un impuesto ideológico, por no decir un impuesto religioso. Se debe acabar con las puertas giratorias en las empresas eléctricas, esas en las que acaban todos ustedes más pronto que tarde. Se debe reducir drásticamente los impuestos y se debe retomar, señorías, señor Sánchez, una política internacional previsible, avalada por este Congreso, inspirada únicamente los intereses nacionales y no en los extraños caprichos del señor Sánchez.

Nosotros le exigimos desde hace tiempo que tomase estas medidas. Es verdad que le hemos pedido también que se marchase y que dejase paso a los que pongan su interés nacional por encima de los intereses personales de sentarse en ese sillón. Si hubieran tomado ustedes nota de la reacción soberana ante la crisis de 2015, dejarían a un lado sus agendas internacionales y su sumisión a poderes no democráticos.

Porque lo que hoy nos trae usted aquí son migajas, es propaganda, es pan para hoy y hambre para mañana. Y es deuda pública para generaciones y generaciones. Es maquillaje para hacer un discurso en el Congreso. No hay una rectificación profunda, señor Sánchez, y no hay un ánimo restaurador de la prosperidad de las elecciones, sino una intención de llegar a las elecciones con mejores perspectivas electorales. Eso es lo único que a ustedes les mueve.

No habrá ninguna mejora sustancial en la dramática realidad que sufren los españoles hasta que no abordemos el gran cambio estructural que España necesita en materia energética. Es decir, un portazo a las oligarquías y una puerta abierta a la gente común.

Señor Sánchez, nosotros estamos de acuerdo. Hay que gravar los beneficios extraordinarios de las eléctricas, que se han enriquecido indecentemente con la legislación que indecentemente ha sido aprobada por ustedes. Todo eso también hay que decirlo, favorecedora de esas empresas eléctricas en las que ustedes acaban trabajando. Y todo eso mientras caía en picado el poder adquisitivo de las familias. El problema es que ustedes quieren confiscar ese dinero para entregárselo al Ministerio de las Faldas en los semáforos, al Ministerio de la huelga de juguetes, o para regalárselo a Bill Gates, que al pobrecito le debe faltar.

Oiga, señor Sánchez. No sé, no sé por qué se escandaliza. Yo creo que lo que escandaliza a los españoles es que usted regale dinero de los españoles a un millonario. Si, cuando los españoles le echen, y lo harán en cuanto tengan ocasión, sueña usted con entrar al servicio de algún millonario o sueña con algún gran sillón europeo, no lo haga con el dinero de los contribuyentes, por favor.

Nosotros decimos que hay que garantizar que el 100% de lo que se recaude vaya destinado a mejorar la vida de los españoles. A un verdadero bono social. A una bajada radical de las facturas de la luz y del gas. A una ayuda a los más vulnerables. Pero el 100%, nada al ministerio de la señora Montero, que habría que cerrarlo mañana. El 100%. Y si a eso se añade otro porcentaje importante que lo aporte el Estado para compensar por el IVA caído del cielo. Porque el Estado también se ha enriquecido cual usurero con el sufrimiento de la gente y tiene el dinero que la gente necesita para vivir, para regalarlo a placer. Y hay que recuperar la deducción por vivienda habitual en el IRPF, señorías, para que los españoles con préstamo hipotecario puedan deducirse, como en el pasado, todos los intereses que abonan y así afrontar la subida de tipos.

Y hay que extender a toda la nación la deducción por los costes de alquiler en el IRPF. Por cierto, les he visto aquí aplaudir en pie la seguridad social, el Estado social, la educación pública, que no sabía que lo habían inventado ustedes, ¿a quién aplaudían exactamente? Lo que sí sabemos es que en España ha habido un estado social y una educación pública con muchísimos menos impuestos que los que hay ahora.

Sabemos que ustedes no van a hacer nada de lo que les pedimos, porque ustedes no han aprendido nada de las crisis anteriores y por eso se tiene que esconder. Y los españoles le abuchean allá donde va. Ayer estuvo usted muy mal, señor Sánchez por segundo año consecutivo haciendo esperar al Jefe del Estado. Usted no puede hacer eso. Guarde esas ridículas ínfulas para Bruselas.

A ver si allí se las aguantan. Porque aquí usted tiene que dar ejemplo de respeto a las instituciones, de respeto al Jefe del Estado, a la separación de poderes y al Estado de Derecho. Le piten o no le piten, es su obligación. Y le aseguro que lo de que a los políticos nos piten no es tan grave. A otros nos han apedreado, que eso es muchísimo más grave.

Si hubieran aprendido ustedes algo de esas crisis sabrían que en los españoles late con fuerza un deseo irreprimible de soberanía, de ser dueños de nuestro destino y una convicción de que nunca más otros, sean quienes sean, decidan por los españoles. Nos da igual que sean unos burócratas sin escrúpulos, unos medios de comunicación altivos o unos políticos frívolos. Les volvemos a pedir que se echen a un lado y devuelvan la palabra a los españoles.

Atrévase a preguntar al pueblo español sobre estos asuntos sobre los que se muestra tan seguro. Lo mismo se lleva una sorpresa y comprueba que el consenso que ustedes creían tan sólido no era más que la suma de miles y miles de disensos ahogados. Los españoles deben decidir. Tienen derecho a hacerlo. El artículo 92 de la Constitución sólo se ha aplicado en España en dos ocasiones para votar el referéndum de la UE y el de la OTAN.

Jamás en 40 años de democracia se ha preguntado a los españoles sobre políticas públicas que les afectaban. Y, efectivamente, los votantes de distintos partidos pueden coincidir en muchísimas cosas. Si ustedes se atreviesen a preguntar sobre si queremos explorar nuestros recursos energéticos o seguir pagando las facturas más caras, o sobre si los españoles quieren una inmigración ilegal y desordenada o quieren una inmigración legal, o sobre las políticas de género que ustedes han aprobado y que acaban con la libertad y con la igualdad, no tengo ninguna duda de que votantes de izquierdas y derechas votarían lo mismo, pero votarían contra lo que ustedes han impuesto de espaldas a los ciudadanos. Muchas gracias.