Abascal: “¿Juntos contra la adversidad?|La adversidad, señor Sánchez, es usted” Discurso de Santiago Abascal en el Debate del estado de la nación

“Es verdad señor Sánchez, cuidado con los curanderos. Son los falsos doctores, esos que echan la culpa a los demás de la crisis financiera mientras ellos, durante esa misma crisis, eran consejeros, nada más y nada menos que de Caja Madrid. Señorías, ni debate, ni Estado, ni Nación. Afrontamos una sesión con un Gobierno y unos socios de investidura incapaces de ponerse de acuerdo en lo que es el Estado y en lo que es la nación.

Parece un fácil juego de palabras, pero viene al caso para ilustrar esa extraña alianza, esa macedonia, en palabras del señor Sánchez, que decía que le quitaría el sueño. Cierto es que el sueño y los sueños se han volatilizado en millones de hogares españoles durante su Gobierno. Mientras usted viene aquí, a este debate sobre el Estado de la nación y utiliza la mitad de la intervención para hablar de la nación ucraniana, de la nación rusa, de la nación china y del Tribunal Supremo de los Estados Unidos.

Tampoco se puede decir, que los señores y las señoras del banco azul, y las mayorías que lo sustentan sean demasiado amigos de los debates. Es decir, ni Estado, ni Nación, ni debates; porque a la vez de hablar de tolerancia, ustedes no aceptan la libre confrontación de ideas y argumentos, y hemos visto que eso que llamaban la nueva política se ha quedado en una mezcla de propaganda, de desinformación, de demonización del adversario, de manipulación e incluso en ocasiones, de violencia contra la oposición instada y ejercida desde el Gobierno.

Entre gritos y subvenciones, este Gobierno, con ayuda de buena parte de los medios de comunicación, va decretando debates cerrados y llama reaccionarios a los que nos oponemos. Claro que reaccionamos, ya querrían ustedes que nos quedemos parados y callados. Incluso han tratado de convertir en debates prohibidos los muy cuestionables principios que han inspirado toda su acción política. Y no, señor Feijóo, aprovecho para saludarle y para darle la bienvenida, tampoco son debates estériles, como usted ha dicho en alguna ocasión. Discúlpeme, porque sé que no puede responderme, pero créame que se lo digo con todo respeto y con toda humildad. No son debates estériles.

La izquierda, dice que hay debates prohibidos, y muchas veces ustedes dice que esos debates son cortinas de humo y son debates estériles sólo porque no quieren confrontar con la izquierda, pero la izquierda al final hace avanzar su agenda política. No sirve esa postura, que en realidad sólo busca ocultar que se nos está prohibiendo debatir sobre cuestiones esenciales que tienen consecuencias directas sobre el bienestar de las personas y también consecuencias directas sobre la economía, sobre la seguridad, y sobre los derechos y las libertades más básicos. Es más, este Gobierno, según el Tribunal Constitucional, ante los recursos planteados por VOX, ha vulnerado en tres ocasiones gravemente los derechos y las libertades de los españoles y lo ha hecho impunemente.

Y siguen sentados en el banco azul, y ha subido esta mañana a la tribuna a decir que las sentencias del Tribunal Constitucional o los recursos que se plantean son espadas de Damocles. ¿Cómo reivindica la Constitución diciendo que el Tribunal Constitucional que vela por la legalidad es una espada de Damocles?

Tampoco es estéril, que se le exijan responsabilidades a este Gobierno, por mucho que pueda resultar incómodo que sólo VOX en esta Cámara se opusiera a aquel atropello a la legalidad que representó el Estado de excepción encubierto.

Como ustedes pueden suponer, nosotros no vamos a aceptar que ni poderes públicos ni poderes privados decreten la clausura de los debates, es decir, el fin de la democracia, y tampoco vamos a fingir como que en realidad esos debates no importan porque creemos, que nuestro deber es representar a millones de españoles que saben que la ruina que les acecha no es fruto de la casualidad, ni es fruto exclusivo de una epidemia, de una guerra, sino fundamentalmente del sectarismo, muchas veces con formas totalitarias que han impuesto unos gobernantes muy preocupados por agendas mundiales como la del PIN de la Agenda 2030 que hoy usted lleva en la solapa y que llevan todos los poderosos del mundo que ahora dice que le vigilan y le persiguen y de su propia agenda personal, que no consiste en otra cosa que no obedecer a los dictados de los que apuestan por esas agendas. Pero siempre se olvidan de los intereses de los españoles, siempre se olvidan del interés de España. Y ese señor Sánchez es el Estado de la Nación.

Más allá de las concreciones que cada uno de nosotros exponga a lo largo del día de hoy en distintas áreas de gobierno, como la economía, como los servicios sociales, como la política internacional. Lo cierto es que la situación de España es muy grave, y que corre el riesgo de ser dramática si continúan en las instituciones aquellos que ni la sirven ni la respetan y que sólo las utilizan para sus objetivos personales y de sectarismo ideológico.

Y créanme, que esta realidad que constato no me alegra, a pesar de que estoy seguro de que va a ser la antesala y la causa de su salida del poder. Lo lamento profundamente; lamento, señor Sánchez, aunque no lo crea la oposición tan dura que nos hemos visto obligados a hacerle, lamento que desde el primer día engañase usted a los españoles estableciendo un pacto que había prometido que no se produciría.

Y yo sé que le molesta que le recuerde esto en todas mis intervenciones, pero estoy en la obligación moral de hacerlo, porque creo que afecta a la legitimidad como gobernante. ¿Es legítimo que un político en 24 horas, 24 horas después de las elecciones haga exactamente lo contrario de lo que prometió a los electores?. Esta Cámara tendrá que reflexionar sobre ello.

Lamento también del mismo modo, que los que trataron de romper la unidad nacional con un golpe separatista hayan sido indultados por este Gobierno. Y denuncio que aquel proyecto del anterior vicepresidente de incorporar a ETA a la dirección del Estado se ha llevado hasta el extremo casi pornográfico, de que sea precisamente Bildu quien se atreva a dictar la memoria de los españoles y que sea precisamente el lehendakari Sánchez quien haya utilizado Ermua para blanquear y para legitimar su propósito en un tristísimo acto en el que, aun chapoteando en la indignidad y yo estoy seguro de que muchísimos socialistas comparten esto igual que nosotros.

Este es un gobierno sostenido en la mentira, en la mentira de la memoria histórica, olvidando, por ejemplo, a Calvo Sotelo. Y lo digo en la víspera del crimen que él asesinó y que desencadenó la guerra civil cometido, por cierto, por milicias socialistas, escoltas de un ministro y un gobierno sostenido en la mentira del blanqueamiento a ETA usando nada más y nada menos que estos días la figura de Miguel Ángel Blanco, cuyo aniversario hoy también celebramos. Ambos crímenes, uno cometido por un partido socialista y el otro por una organización terrorista separatista y socialista. Ustedes son los émulos del viejo y criminal Frente Popular. Señorías, esos crímenes que quieren borrar no van a lograr que los olviden ni con ninguna ley sectaria y totalitaria que aprueben en esta Cámara.

Y tampoco, ese debate es estéril, ni corresponde a ningún trauma de aquellos que hemos sufrido en primera persona los ataques de una banda criminal y mafiosa. Es simple sentido común, simplemente entender que quienes han dedicado y todavía dedican toda su vida política a destruir España con todos los medios a su alcance, no son aptos para defender los intereses de España y de los españoles, por muy socios suyos que sean.

No me parece estar diciendo ninguna barbaridad, porque el hecho de que quieran romper España es algo que han dicho abiertamente, públicamente en este hemiciclo. Y por eso, señor Sánchez, por ese pacto con los que voluntariamente se alejan de la concordia nacional, con los que han jurado aquí mismo volver a pisotear la Constitución. Por eso usted va a dejar una España arruinada, enfrentada, deteriorada institucional e internacionalmente debilitada.

Y por eso mismo ETA, en su versión parlamentaria, les presta su apoyo, porque esa España dividida y débil y enfrentada, es exactamente lo que llevaban décadas buscando. Es cierto, y lo digo también lamentándolo, que en ocasiones el señor Sánchez se ha encontrado más aliados que los extremistas que siempre le avalan. Me refiero, por ejemplo, a las leyes climáticas, ese terrible error que los españoles pagan todos los meses en sus facturas energéticas, en la cesta de la compra y en la escasez de empleo digno y estable.

Ese pacto verde nos ha llevado, señorías, a una situación de emergencia energética. Sólo algunos fanatismos religiosos, muy extremos, han llegado al sinsentido que ustedes se han hecho ley, y que consiste en renunciar a explotar nuestros recursos naturales, los de nuestra nación, aunque sea a costa de la ruina de los ciudadanos.

Y por supuesto que es bueno y deseable seguir incrementando las fuentes renovables de energía. ¿Quién duda de esto?, absolutamente nadie en esta Cámara. Pero es una irresponsabilidad mayúscula imponer una transición energética a costa del bienestar y de la prosperidad de los ciudadanos. Además, siempre de los más humildes.

 Señorías, en España hay gas, hay carbón, hay litio y probablemente hay petróleo en aguas canarias y hay tecnología muy avanzada para continuar, y no solo para continuar, para ampliar con toda seguridad el programa nuclear. Sin embargo, por ley ustedes en esta Cámara han prohibido acceder a esos recursos; incluso han celebrado las voladuras de las centrales térmicas en un momento crítico de escasez. Ha sido como verlos aplaudir el incendio de campos de trigo en un momento de hambruna. Un absoluto disparate, aunque es cierto que en eso ustedes sólo hacían seguidismo de otros gobiernos europeos.

La señora Merkel, pasará a la historia como la gobernante que decidió que el suministro energético industrial y alimentario del continente pasase a depender de la voluntad de líderes y de gobiernos muy lejanos y en ocasiones muy hostiles como estamos viendo ahora y hoy. Las consecuencias las pagan los ucranianos en sus carnes y los europeos en sus bolsillos. Pero, ni siquiera ahora que países europeos están rectificando a toda velocidad, como Alemania y Austria, que están abriendo nuevas centrales de carbón.

Ni siquiera ahora, que Bruselas ha decretado la energía nuclear y el gas como energías verdes, ni siquiera ahora se han dignado ustedes a derogar las leyes que impiden nuestro desarrollo económico y la prosperidad de nuestra patria, y por eso, venimos aquí.

Lo que usted nos interpela a interpretarle a usted, a pedirle que rectifiquen, que lo hagan hoy mejor que mañana, que vuelvan a la senda del sentido común y que vuelvan junto a los intereses del pueblo español, y que abandonen a esas oligarquías de fortunas obscenas que no renuncian a sus lujos y a sus excesos que portan en la solapa el mismo pin que ustedes y que siempre consiguen eludir todos los sacrificios y que a la vez pretenden convencer a los europeos que debemos vivir peor mientras sus cuentas de resultados, eso sí, no dejan de incrementarse sólo a través de la censura y de la desinformación. No se puede mantener ese rumbo absurdo que nos obliga a dejar de producir lo que necesitamos mientras se lo compramos, arruinando a quienes contaminan sin límite, muy lejos de aquí y vuelven a contaminar para traerlo hasta aquí.

Son ustedes unos expertos en exportar la contaminación y en exportar el empleo sólo desde el sectarismo. Se puede seguir defendiendo un rumbo que arruina a los europeos, que los debilita internacionalmente y que compromete nuestra seguridad y que, además, como es evidente, estamos viendo, no supone el más mínimo beneficio para la salud del planeta.

De verdad no hay entre los líderes de izquierda en esta Cámara alguien que se extrañe de la absoluta coincidencia de los postulados en este tema con las grandes fortunas empresariales y personales del mundo.

De  verdad, nadie tiene la honradez de preguntarse por qué los discursos más enloquecidos del fanatismo climático que hemos escuchado tantas veces en esta tribuna son los mismos, pero literalmente los mismos que lo subimos a los grandes banqueros, a los CEOS de las grandes multinacionales y a los grandes fondos de inversión. Nadie en esta cámara se lo plantea y todavía no entienden por qué los trabajadores en toda Europa acaban de pasar también en Andalucía.

Les están dando la espalda absolutamente en todo el continente y es muy sencillo, porque cada vez más europeos y españoles constatan y sufren las consecuencias de esas ideas de oligarquías y de poderosos que ustedes, al parecer comparten, pero no se atreven o no quieren contradecir. Consecuencias que no son elucubraciones abstractas de un diputado en esta tribuna son realidades como el estado de la nación que preside el señor Sánchez, donde la deuda pública está en el 117% y la inflación en el 10%.

La inflación que ustedes están aprovechando para recaudar y para esquilmar a los españoles y que es el peor impuesto contra las clases medias y contra las clases trabajadoras. La energía, ya sea la gasolina, el gasoil, el gas o la electricidad, se ha duplicado en algunos casos. Si usted viene aquí con unas tablas falsas, hablándonos del coste mayorista de la energía, pero no dice cuánto cuesta en los hogares.

Estos son datos de la Comisión Europea, señor Sánchez, este es el precio más alto en rojo, en rojo siempre mal y en verde los precios más bajos de la energía en los hogares de toda Europa. Esta es la realidad, señor Sánchez, no los números que usted trae aquí para mentir y para confundir. También es verdad que los jóvenes cobran hoy la mitad de lo que cobraban los jóvenes en 1980. Y eso los que tienen trabajo, porque tenemos el paro juvenil más alto de Europa.

Decía usted que de vez en cuando conviene mirar atrás, pues lo vamos a hacer con un ejemplo, porque la memoria no es solo para las guerras de siglos pasados. En el año 97 un alquiler costaba el 46% de una pensión media. Hoy es el 103% de la pensión media.

Y mientras los impuestos abusivos arrebatan a los trabajadores una buena parte de los ingresos, y después de esa confiscación, tienen que llenar la cesta de la compra o alumbrar sus hogares y volver a pagar impuestos con cada gota de gasolina que consumen o con cada plato que llenan para sus hijos.

Y cuando el contribuyente, exhausto y arruinado, ya sea empresario, autónomo, funcionario o asalariado por cuenta ajena… cuando el contribuyente se queja, todavía queda desfachatez suficiente para decirle que tiene que pagar 20 mil millones de euros en políticas de Igualdad para la señora Montero y para sus decenas de asociaciones de amigos, amigas y amigos.

¿Cuál es el plan exactamente, señor Sánchez y señora Montero? ¿Hacer a todos los españoles igual de pobres?

Recuerdo que en el 2015 usted expresó su deseo de ser recordado como el político que arregló la economía en España. En la primera parte del enunciado tengo que darle la razón: Usted será recordado, por eso puede estar tranquilo. Pero me temo que no por lo que pretendía.

Es más, cuando usted habla, sube el pan. Ha subido aquí a anunciar medidas para recaudar 1.500 millones adicionales de la Banca y los 20 minutos que usted estaba diciéndolo ha provocado pérdidas para los pequeños ahorradores y un espanto a los inversores por valor de 6 mil millones de euros. Ese es usted, señor Sánchez.

Usted ha traído la ruina, y ante ese panorama lamento que solo un gobierno autonómico -el de Castilla y León- se haya atrevido a recortar subvenciones a organizaciones patronales y sindicatos para destinarlos a emergencias sociales.

Y quiero felicitar al Partido Popular por haber cumplido su acuerdo de Gobierno, porque todos los españoles necesitan ver que en este momento de dificultades, ante la gravedad de la situación, hay políticos conscientes de que hay que recortar gastos superfluos y dedicarlos a lo importante; y les animo a que sigan este mismo rumbo en otras instituciones.

También les animo a que dejen de obstaculizar la derogación de la Ley de Memoria Histórica en Castilla y León y su sustitución por una Ley de Concordia tal y como estaba pactado, y que hagan lo mismo, si les parece bien, en Andalucía.

Porque claro que hay que recortar el dinero malgastado en patronales, en sindicatos y en partidos, en organizaciones que no defienden a los trabajadores. Y resulta evidente con lo que estamos contando, con el panorama que están padeciendo los españoles… La paz social no puede comprarse sobornando a unas organizaciones para sujetar las legítimas protestas de los ciudadanos que ven que su despensa se vacía mientras la política engorda hasta lo grosero. Engorda y la política se expande hasta llegar a meterse en nuestras casas, en nuestras conciencias, en nuestra memoria y hasta en la biología si es necesario… como con esa ley trans que trae la señora Montero y que ha puesto en pie de guerra a las feministas de toda la vida, que ven que ahora, caprichosamente, un hombre puede adquirir la condición de mujer, muchas veces un hombre joven, un niño sin la madurez suficiente que acabará, como en otros países, cuando haya tomado decisiones irreversibles por la confusión a la que ustedes le han llevado, y después de tomar decisiones para hormonas o mutilarlo, acabará denunciando a los gobiernos que lo propiciaron. Y ustedes deberán ser responsables personales con su patrimonio de las indemnizaciones millonarias que el Estado tendrá que pagar y que ya están siendo reclamadas en otros países.

Y tampoco este es un debate estéril, señores del Partido Popular. Es un debate importante y si están dispuestos a ser firmes en este tema, le rogaría que también hicieran el compromiso de derogarla, si tenemos ocasión de hacerlo. Creo que sólo desde esa firmeza podremos construir una alternativa real (con nuestras legítimas diferencias amplias en algunos aspectos), pero una alternativa que sirva para dar a los españoles lo que reclaman: la expulsión de este gobierno y de todas las políticas que este gobierno ha traído.

Nosotros, desde luego, nos comprometemos formalmente a hacerlo, nos comprometemos a derogar toda la porquería legislativa extremista que se ha traído a esta Cámara y las ilegalidades separatistas. No nos va a temblar el pulso. Lo vamos a derogar todo en cuanto tengamos ocasión. Derogaremos todas las leyes sectarias alejadas de los intereses de los españoles y de todo consenso que se han impuesto durante estos años. Desde la Ley del suicidio climático a las leyes de rapiña fiscal; desde la Ley de promoción brutal del aborto a la Ley de eutanasia; desde la Ley de reforma educativa a la de Memoria Histórica -que por cierto, recurriremos al Tribunal Constitucional, para que tenga otra espada de Damocles, porque ataca a la libertad de conciencia, a la libertad de expresión y a la libertad de cátedra- hasta las leyes transversales de género que han acabado con la igualdad real de hombres y mujeres, creando algo tan sorprendente en el mundo como tribunales especiales para hombres.

A la vez que ustedes han posibilitado que el hombre pueda caprichosamente declarar que es una mujer. ¿De verdad, no aciertan a ver el sinsentido? Creo que no es estéril oponerse a este error por mucha fuerza que parezcan tener los equivocados. De hecho, la fertilidad de la política democrática se demuestra cuando, mediante el debate y la confrontación de argumentos y el voto, se pueden deshacer de errores o necedades que la propaganda o la fuerza habían convertido en ley, como ha pasado durante estos años de zapaterismo y sanchismo.

 

He citado ya en dos ocasiones como ejemplo la Ley de Memoria Histórica. Ese grave error que ustedes van a convertir de la mano del brazo político de ETA en memoria democrática. Democrática con ETA, ley de memoria etarra, más bien. Algunos creen que los papeles lo aguantan absolutamente todo, pero no sorprende porque ustedes están instalados en la mentira política, igual que sus ascendientes políticos.

[Es como cuando el bloque soviético levantó un muro en mitad de Europa, que era algo absolutamente sin precedentes en la historia para impedir que sus ciudadanos pudieran huir y ustedes lo llamaron muro de protección antifascista].

Más allá de las manos nada blancas con quienes ustedes traen este proyecto, ¿de verdad creen que profanar tumbas es tarea de un Gobierno? ¿De verdad creen que la situación de España requiere buscar agravios fratricidas de guerras de otro siglo o de otro milenio? ¿O más bien es que el señor Sánchez requiere para mantener sus mayorías parlamentarias, conceder cualquier cosa y que no se hable de lo que verdaderamente preocupa a los españoles?.

¿De verdad es necesario tener que escuchar en España a un locutor de radio del grupo PRISA -empresa rescatada por gobiernos de uno y otro signo- diciendo que hay que volar una basílica cristiana y que a ser posible, hay que hacerlo en domingo? ¿Se han vuelto todos ustedes locos? ¿De verdad tanto ejercicio de memoria no les ha enseñado a que hay que expulsar de la vida pública a los que sueñan con el retorno al odio y a la violencia? ¿Ustedes creen que es medianamente serio destruir la cruz más alta del mundo para darse un gustazo sectario? Por nuestra parte reconstruiremos todo lo que destruyan y levantaremos todo lo que derriben, desde la economía hasta las cruces.

 

Lamentaba al principio de mi intervención todos los sufrimientos que los españoles están padeciendo como consecuencia del peor gobierno posible en un momento internacionalmente tan complejo.

Y lamento también no haber podido apoyar al gobierno en las medidas que ha tomado, pero creo que he vistos los efectos de tantas medidas y de tantos anuncios ya nadie dudara de que hemos acertado y que vamos a seguir acertando no apoyando a este gobierno. De que acertamos hace mucho tiempo en las previsiones que hicimos en la moción de censura, que tristemente se han ido cumpliendo una detrás de otra.

Y lo mismo sucede con el panorama internacional:

En ese trastorno de personalidad política que padece este gobierno, hemos visto en esta misma legislatura cómo el gobierno traía ilegalmente a un enemigo declarado de Marruecos, reclamado por distintos tribunales y a lo de ahora, que es enterarnos por Marruecos que el señor Sánchez -sin preguntar ni a su gobierno, ni al Parlamento ni a su partido- ha cambiado de un plumazo la posición histórica sobre el Sahara. Esto no había sucedido nunca en la España democrática.

Cuando trajo al líder del Frente Polisario, consiguió que Marruecos lanzase una avalancha migratoria que sufrieron nuestros guardias y los vecinos de Ceuta y Melilla. Cuando inesperadamente dio la voltereta diplomática -reconozca que soy generoso llamando diplomacia a lo que usted hace- ha provocado otra avalancha, esta vez porque Argelia abrió la frontera para llevar la presión a Marruecos, y de nuevo, el problema acabó en Melilla y los españoles, y los guardias y los policías que defienden la frontera.

Señorías, Marruecos tiene la obligación de defender sus intereses y nosotros no podemos criticarle por ello. El hecho de que España, por ejemplo, no haya tomado represalias como debería haber hecho contra algunos países europeos que han acogido terroristas y golpistas del golpe del año 17, no quiere decir que Marruecos y otros países, ante agravios similares, se queden de brazos cruzados.

Y ahora, después de la pirueta, es Argelia quien ejerce la presión y, por desgracia, tiene forma muy efectiva de hacerlo por culpa del insensato pacto verde, que nos ha convertido en dependientes y que impide explotar nuestros recursos.

Resumiendo, han creado ustedes a la vez un problema fronterizo, un problema humanitario y un problema energético. Algún día sabremos por qué lo ha hecho. Pero es evidente que ese cambio de postura no obedece a los intereses de España.

¿Hay que tener una buena relación con Marruecos? Por supuesto. En cuanto Marruecos reconozca sin matices la españolidad de Ceuta, de Melilla, de Canarias y de las aguas territoriales. Buenas vallas hacen buenos vecinos.

Inmigración

Y, hablando de la valla y de la presión migratoria.

Celebro haberle oído por primera vez una denuncia clara de las mafias de la inmigración. Creo que ya era hora, pero le falta entender que esas mafias existen precisamente porque operan con la colaboración de ONG españolas; las mismas que ustedes riegan con subvenciones. Esas mafias, señor Sánchez, no existirían si España mandase un mensaje claro a toda África: el de que quien entra ilegalmente será devuelto, que nunca podrá regularizar aquí su situación y que nunca recibirá una ayuda social.

Y es que hay que acabar con ese efecto llamada que todos ustedes perpetúan, porque es el mejor anuncio para las mafias que trafican con seres humanos.

Usted se ha decidido a denunciar, pero la pregunta es: ¿Se va a atrever a acabar con las mafias? ¿Se va a atrever a acabar con el efecto llamada del que viven? ¿Se va a atrever a acabar con las subvenciones a las ONGs que colaboran con ellas?

Otra pregunta para la bancada de la izquierda: ¿No han reflexionado nunca sobre esa coincidencia suya con los poderosos? ¿No les extraña coincidir con esos enormes oligopolios que quieren abaratar los salarios a costa de una emigración masiva? ¿No van a defender nunca los intereses de los españoles que ven cómo descienden sus salarios reales y la seguridad en sus barrios?

Porque, señor Sánchez, aunque a algunos se nos está haciendo tan largo, en realidad no hace tanto tiempo que estaba usted en La Moncloa, y yo recuerdo que antes de su gobierno, del lenguaje inclusivo, de leyes de género, de pasos de cebra de colorines y de 20 mil millones de Igualdad… antes en España no se había normalizado ese crimen horrendo y aberrante de las violaciones en manada, y ahora hay semanas en las que nos enteramos de varias.

Hoy las mujeres, con este gobierno tienen más miedo que antes. ¿Esto tampoco les merece ninguna reflexión? ¿Por qué las mujeres gozan ahora de menos seguridad que antes de que usted llegase al poder?

Lamento también que ni siquiera un crimen tan repugnante que estoy seguro que a todos escandaliza en esta Cámara no seamos capaces de tomar medidas conjuntas: hay que elevar las penas, pero la izquierda siempre prefiere hablar de reinserción.

Y, ya siento la coincidencia, pero gran parte de los casos de esta salvajadas las cometen individuos que nunca debían haber entrado en España.

¿No podemos dejar de pintar arcoíris en los pasos de cebra y procurar que esos criminales que desprecian, tanto a las mujeres como los homosexuales, vuelvan a las cárceles de sus países y no vean nunca más la luz del sol, como ha propuesto por cierto, ahora en Francia, no la señora LePen, sino el señor Macron? Parece que no. Al revés. Ustedes publican justo en este momento amables tutoriales del Ministerio de Asuntos Exteriores explicando a quienes están en España cómo pueden cancelar los antecedentes penales para acceder a la nacionalidad española. A nosotros nos parece que no es el mejor camino para recuperar la seguridad de tantos barrios de España.

Tampoco ha elegido bien para procurar nuestra defensa global, es decir, nuestra política de defensa. Porque a pesar de tantas fotos que usted se saque con los líderes de la OTAN, ha sido incapaz de conseguir que esa organización proteja a nuestras ciudades africanas; pero ha sido muy capaz de conseguir que sus medios acólitos digan que lo ha conseguido, a pesar de que no aparece en ningún texto y no hay ningún compromiso y además, no ha logrado despejar la desconfianza que su gobierno produce en muchas cancillerías. Créanme, y se lo digo con conocimiento de causa, por muchas fotos que le regalen, nadie olvida que en su gobierno y en la mayoría parlamentaria que lo sustenta, tiene usted enemigos declarados de la Alianza Atlántica. Tiene usted en su gobierno a integrantes del grupo de Puebla, que debería llamarse el Cártel de Puebla, que mantiene por ejemplo, secuestrada a la ex presidente de Bolivia, Janine Áñez. Y tiene usted en su gobierno a enemigos declarados de Occidente.

En este tema de defensa le reconozco otra vez esa agilidad sorprendente para las piruetas: Decía usted, cuando estaba en la oposición, que había que cerrar el Ministerio de Defensa y ahora, asume de repente la propuesta de Vox de subir el gasto de Defensa hasta el 2% del Producto Interior Bruto: pues bienvenido de nuevo a la extrema derecha trumpista o a cualquiera de las etiquetas que usted, su gobierno y sus medios nos habían puesto:

Bienvenido a la xenofobia por denunciar la inmigración ilegal y las mafias. Bienvenido al franquismo y a la autarquía, por reconocer que no es sensato incrementar la dependencia energética industrial y alimentaria y depender de países inestables. Bienvenido también a la chinofobia (¿se acuerda usted de lo que se reía de mí en la moción de censura cuando yo le advertía de la amenaza que suponía China?). Bienvenido también al centralismo opresor con ese plan estatal que pretende combatir los incendios, o con ese centro de coordinación en materia de salud. Bienvenido a la defensa de Polonia, a la que usted había demonizado brutalmente… Y bienvenido también, señor Sánchez, a las conspiranoias. ¿Se acuerda usted de esos movimientos raros que hacían esta tribuna cuando le hablaba de las coincidencias de los poderosos con su discurso respecto a China, inmigración o género? Debería usted recuperarlas para contarnos quiénes son esos poderes oscuros, esos contubernios que dice que le persiguen. ¿Quiénes son? ¿Quizá el duopolio televisivo que ha regado con subvenciones, la patronal que acude rauda a su rescate… señores, con puro decía… ¿es Felipe González? ¿Es Indra? [Del indracidio y del asalto a las empresas e instituciones ya hablaremos en otro momento].

En cualquier caso, señor Sánchez, si se siente usted amenazado políticamente, lo único que le pedimos es que no decrete otro estado de excepción encubierto. Porque me temo que es capaz.

Lo más razonable es que dimita, no porque haya oscuras conspiraciones contra su persona, sino porque España necesita cuanto antes que ustedes se vayan para recuperar la sensatez y para combatir la ruina que nos dejan.

Y para ello, España no necesita simplemente que ustedes sean relevados, como algunos creen y quieren.

España necesita una alternativa completa a todas sus políticas.

Cuando ustedes no estén, España recuperará los debates, el Estado y la Nación.

Usted ha dicho antes que va estudiar todas las propuestas que los grupos le hemos hecho. Nosotros hemos hecho 15 propuestas; nos vale con que estudie una: que es la de que se marche.

Usted ha venido aquí con un discurso confrontacional, agresivo, sectario y de reproche permanente, y nos dice falsamente que apela a la unidad entre todos y que estemos juntos frente a la adversidad.

La adversidad es usted, señor Sánchez».