La portavoz de VOX en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Mireia Borrás, ha atacado los mantas que sostienen los principales entusiastas de imponer a España medidas radicales y la transformación económica por el cambio climático.
«España emite 80 veces menos kilotoneladas de CO2 que los cinco principales emisores del mundo y 9 veces menos que el total de toda Europa. No somos tan relevantes como para condenar toda la economía de nuestro país a transformaciones de modelo con una transición suicida que provoque paro, desprotección y miseria. Esto, por supuesto, no significa que desde nuestro grupo parlamentario no defendemos».
«España sólo representa el 0,7% de todas las emisiones globales de CO2 al planeta. ¿No sería más lógico pensar no sólo en reducir las emisiones de CO2 en España sino también en su absorción a través del apoyo a tecnologías incipientes como las de captura y almacenamiento de CO2 o a través de bosques y regadíos de forma que podamos convertir los grandes recursos naturales como el sol o los terrenos en riesgo de desertización en una oportunidad para convertir a España en una nación más rica, verde y sostenible, mientras a la vez fijamos la población en la España vaciada y creamos cientos de miles de empleos?», se ha preguntado la diputada de VOX.
Borrás ha defendido la abstención de VOX en la votación del Proyecto de Ley por la que se modifica la Ley 1/2005, de 9 de marzo, por la que se regula el régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, para intensificar las reducciones de emisiones de forma eficaz en relación con los costes.
En este sentido, ha señalado que «ofrecer matices al evidente reto de cambio climático no es negarlo, no es rechazarlo, no es minusvalorarlo, es sencillamente matizarlo con hechos contrastables y computables aunque desafíe el pensamiento único e indiscutible que muchos han aceptado de forma acrítica y sectaria».
A continuación ha añadido: «Son principios y medidas que desde este grupo parlamentario entendemos que no podemos estar totalmente en contra. Hay cuestiones que sí nos preocupan: que se haya eliminado la revisión de autorizaciones de emisiones de gases de efecto invernadero cada cinco años. No entendemos que el régimen de autorizaciones no se revise como hasta ahora».