El diputado Víctor González ha intervenido tras la comparecencia de la ministra Nadia Calviño para mostrar la posiciónd el GP VOX con respecto a la fusión de Caixabank y Bankia y ha recordado que en los últimos ocho años los cinco grandes bancos han cerrado 12.072 oficinas y han reducido plantilla en 44.704 personas. Además, Rubén Manso ha rechazado la candidatura de Montserrat Martínez a la vicepresidencia de la CNMV por su ‘pasado reciente’ precisamente en Caixabank.
El portavoz de VOX en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Rubén Manso, ha mostrado su apoyo al posible nombramiento de Rodrigo Buenaventura como presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, no así al de Montserrat Martínez como candidata a la vicepresidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Manso ha argumento que el reciente paso de Montserrat Martínez por Caixabank inhabilita a la candidata al puesto, pero no todo lo demás como su currículum. «Con el peso que Caixabank tiene en el mercado usted no sólo no puede votar en ninguna operación relacionada con Caixabank, sino con cualquiera relacionada con el sector bancario».
Manso también ha preguntado a los comparecientes por la grave situación económica de España. «¿Prevén ustedes que en algún momento el Estado español, dada la fuerte necesidad de acudir a los mercados, pueda llegar a tener problemas?»
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Durante la sesión celebrada por la tarde, el diputado Víctor González ha intervenido tras la comparecencia de la ministra Nadia Calviño para mostrar la posición del GP VOX con respecto a la fusión de Caixabank y Bankia y ha recordado que en los últimos ocho años los cinco grandes bancos han cerrado 12.072 oficinas y han reducido plantilla en 44.704 personas.
«La decisión o no de fusionarse es una cuestión que ha de dejarse en manos de los bancos en ejercicio de su libertad dentro de una economía de mercado y de un marco institucional que vele por la estabilidad del sistema», ha asegurado el diputado señalado en cambio que las fusiones, «hasta ahora», han servido principalmente para reducir gastos y disminuir la competencia, «creando en muchas ocasiones problemas de liquidez a pequeñas y medianas empresas».
«Por problemas de concentración de riesgos en los nuevos bancos resultantes, han visto sus líneas de financiación reducidas o incluso canceladas», ha añadido.