El vicepresidente de VOX, Javier Ortega, ha acusado al PSOE de tener un «afán por esconder detrás de la Guardia Civil el caso de los diputados del PSOE, el caso de Tito Berni«. Y esto -ha asegurado Ortega- no le va a servir al Gobierno, ya que «los españoles ya sabemos de las cortinas de humo, las campañas de propaganda y las salidas de tono de los ministros del Gobierno de Pedro Sánchez». En su opinión, «cada institución que toca el Gobierno del PSOE es una institución en la que saltan los casos de corrupción y se denigra el buen nombre».
Así lo ha expresado el vicepresidente de VOX durante la comparecencia en comisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, este lunes en el Congreso para informar sobre el cumplimiento del principio de no injerencia y respeto a la independencia judicial en el denominado ‘caso cuarteles’.
Sin embargo, Javier Ortega ha explicado que «no es el caso cuarteles, sino el caso Gámez, porque es así como se apellida la directora de la Guardia Civil como en su día lo era Roldán, director general de la GC, de un Gobierno socialista».
En este sentido, Ortega ha ducho que «el PSOE es el partido más corrupto de la historia», por lo que ha recordado el caso de los ERE con «dos presidente históricos del PSOE condenados por graves casos de corrupción» o el más reciente del Tito Berni.
Para el diputado de VOX, «lo más grave» que ha hecho el Gobierno es «que ha puesto en tela de juicio la honorabilidad de la de la benemérita, empañándola con las corruptelas del PSOE y sus aledaños y escondiéndose, una vez más, detrás del uniforme de la Guardia Civil». Así, ha añadido que «la investigación judicial deberá continuar, ojalá investigue a fondo y ojalá lo haga sin injerencias políticas de ningún tipo».
Además, Ortega ha calificado de «tristísimo» que el Gobierno del PSOE «vuelva a dar alas a los que odian a la Guardia Civil, que es tanto como decir, a los que odian lo que representan para España».
Por otro lado, Javier Ortega ha recordado a Grande-Marlaska el abandono al que tiene sometido a una parte importante de los funcionarios que dependen de él. Así, se ha referido a tres grupos. El primero, «la agrupación de tráfico de la Guardia Civil, que tiene un déficit de más de 1.000 agentes». El segundo, «los agentes de la Guardia Civil del servicio marítimo, que ven cómo las competencias que deberían ser exclusivas del Estado son robadas por la Generalidad de Cataluña o el País Vasco con un déficit de más de 500 agentes». Y en tercer lugar, a «los funcionarios de prisiones, que vienen reclamando un estatuto propio que les reconozca ese déficit de personal y envejecimiento de plantilla, que les dote una retribución justa, esa equiparación salarial que se merecen unos funcionarios que se juegan la vida por la seguridad de todos en los diferentes centros penitenciarios, que sufren agresiones y que ni siquiera se les ha reconocido el más elemental reconocimiento de agentes de la autoridad».