De Meer pide cambiar el dogma feminista por la ‘perspectiva de éxito’ para combatir la violencia

La diputada de VOX por Almería Rocío de Meer ha denunciado este miércoles en el Congreso el consenso casi unánime -con la excepción de VOX- en torno al concepto de violencia de género que conduce a no analizar las causas reales de la violencia contra la mujer que, como ha recordado De Meer, «VOX no niega». «Sería como negar que el agua moja», ha dicho.

De Meer, que ha evidenciado la doble vara de medir con que el consenso se refiere a la violencia en función de quién la cometa -un hijo muere a manos de su madre por problemas psicológicos y una mujer es asesinada «por el machismo», por ejemplo- ha pedido abandonar las políticas inútiles -bancos de colores y cursos sobre la regla- y ayudar a las mujeres con lo que de verdad reclaman: bajas por maternidad decentes, que no les despidan por ser madres y que no suelten a los 800 violadores que saldrán a la calle con la ley del Gobierno.

«En esa tribuna se miente mucho y con mucho descaro para descalificar al contrario. Y además se miente gratis», ha comenzado De Meer su intervención para, a renglón seguido, desmentir uno de los bulos más extendidos sobre VOX: «VOX no niega la violencia contra las mujeres. La violencia contra las mujeres existe y negarlo es además, ridículo.
Es como decir que el agua no moja». Pero, ha continuado De Meer, «la violencia es algo muy serio que hay que combatir con precisión, con profesionalidad y, sobre todo, con perspectiva de éxito. Lo que Vox hace es criticar el dogma feminista de la violencia machista. Lo que Vox hace es criticar la simplificación y la utilización que hace el feminismo de la violencia contra las mujeres».

«Lo que dice el feminismo, ha recordado, es que a las mujeres las asesinan por ser mujeres. ¿Y por qué esos mismos asesinos luego no van por ahí asesinando mujeres?», se ha preguntado De Meer, que ha apuntado a la diferencia que establecen los medios de comunicación del consenso cuando una mujer es asesinada -el machismo mata- o cuando el asesinado es un niño o un hombre -una mujer sin hogar, con problemas psicológicos, la principal sospechosa de matar a Lola, la niña hallada en una maleta-.

«Señorías, en el seno del hogar hay muchas violencias y no les matan por lo que son, les matan por muchas causas.
La violencia es multifactorial (… ) ¿Por qué simplifican ustedes esta violencia? ¿Por qué esa doble vara de medir? Porque el relato del feminismo hegemónico necesita un enemigo. Necesita combatir algo», ha explicado De Meer, para señalar la dañina legislación de violencia de género: «Esta simplificación tan burda, tan frívola y además tan irresponsable tiene una solución para ustedes: la Ley Integral de Violencia de Género, tan injusta para tantos varones en nuestro país».

«Les quitamos los derechos fundamentales a la mitad de la población, creamos tribunales de excepción para ellos, les quitamos la presunción de inocencia e invertimos para los varones por el hecho de ser varones la carga de la prueba. Pero, ¿cuál es su resultado? Ninguna. Porque las víctimas no descienden, porque ustedes utilizan la violencia contra las mujeres. No les importa que haya violencia entre las mujeres». «Su solución niega que ocurran otras violencias en el resto de los hogares y además niega los factores y las causas de esa violencia. Sólo hay una violencia y sólo hay una causa, que es el machismo y el heteropatriarcado».

«Ustedes -ha recordado De Meer al Gobierno- tienen un Ministerio con más de 500 millones para resolver los problemas y las preocupaciones de las feministas. Porque los estereotipos de género son preocupaciones de las feministas. Porque combatir el rosa y el azul es un problema de los feministas, porque que la mayoría de las mujeres prefieran a los hombres que la masturbación es una preocupación exclusivamente de las feministas… el trans especismo y el feminismo interseccional son una preocupación de las feministas, que digamos niñes e hijes es una preocupación feminista. Que pintemos los bancos de colores es una preocupación feminista. Y acabar con el Día del Padre es una preocupación exclusivamente feminista. Esos no son los problemas de las mujeres», ha concluido De Meer, que se ha referido a los verdaderos problemas de las mujeres: «Las mujeres quieren bajas decentes, las mujeres quieren que no les despidan por ser madres. Quieren llegar a fin de mes. Quieren que no demonicen a los hombres de sus vidas y les quiten los derechos fundamentales. Quieren que no suelten a 800 violadores de manera irretroactiva por muchos parches que ustedes pongan».