El plan de VOX para frenar el éxodo a las grandes ciudades: nuevos polos industriales en zonas deprimidas, mejorar los servicios públicos e infraestructuras y crear incentivos fiscales para la vivienda

El Grupo Parlamentario VOX ha registrado una proposición no de ley relativa a promover el futuro de las ciudades medias y pequeñas, así como de las capitales de comarca, para su discusión en la comisión de Vivienda y Agenda Urbana.

En la iniciativa, VOX recoge la tendencia de la población española de concentrarse en las ciudades en las últimas décadas. Hoy más del 80% de la población española vive en poblaciones con más de 10.000 habitantes. “Esta población urbana se suele concentrar en el litoral español y en el área urbana de Madrid. Estos territorios, que ocupan cerca del 30% de la geografía nacional y están conformados por poco más de 1.000 municipios -de los más de 8.000 que hay en España- aglutinan hasta el 90% de la población española”, señala VOX.

Todo ello ha motivado que España sea hoy el país europeo con mayor nivel de concentración de la población: en toda Europa hay 33 áreas de un km² con una población de 40.000 o más habitantes, de las cuales 23 están en España. Todos los datos demográficos señalan que la tendencia va hacia una cada vez mayor aglomeración de la población en las grandes urbes. “Esta suerte de diáspora afecta sobre todo a la población menor de 39 años: cada vez más jóvenes se ven obligados a trasladarse desde sus provincias a Madrid, Málaga e Islas Baleares -las provincias con saldo de población joven más positivo- por falta de empleos cualificados y oportunidades en sus localidades de origen”.

Este vaciamiento se da especialmente en las capitales de provincia más pequeñas como Zamora, Orense, Lugo, Soria o Teruel y en capitales de comarca como Benavente, Linares, Torrelavega, Béjar, Puertollano o Miranda de Ebro, hacia las macro urbes o las poblaciones urbanas en auge por las nuevas dinámicas demográfico-económicas. “El declive de esas localidades es consecuencia de la falta de dinamismo económico en las mismas, amén de la pérdida de población joven motivada por la falta de oportunidades laborales”, lamenta VOX.

España -sostiene la iniciativa- lleva décadas inmersa en un proceso de vaciamiento de las pequeñas y medianas ciudades en favor de las grandes y advierte de que esta aglomeración de la población ha provocado que España avance “hacia una concentración de la población nunca vista en nuestra historia”.

Todo ello tiene consecuencias. La principal es la desigualdad entre las grandes ciudades y las ciudades medias y pequeñas. En estas últimas “las oportunidades profesionales son ínfimas; la oferta de empleos cualificados es muy reducida y, por tanto, se genera otra brecha de renta entre estos municipios y las grandes ciudades”. Además, VOX también pone el foco en otros problemas como el acceso a servicios esenciales como la sanidad, la educación, los bancos y las telecomunicaciones, así como la conexión por vía terrestre a través de la red de carreteras y de ferrocarril cada vez más pobre.

Ante esta perspectiva, la proposición de VOX señala a los poderes públicos para que abogue por “una política que redignifique las poblaciones medianas y pequeñas y construya comunidades a escala humana”, ya que estas comunidades “son precisamente las más atacadas por las políticas globalistas que provocan la deslocalización de la producción industrial y el fin de la agricultura”, entre otros.

Para revertir la situación VOX propone, entre otras cosas, generar nuevos polos industriales y revertir los que están en declive para atraer talento y nuevos empleos, facilitar la digitalización y el desarrollo de medios tecnológicos e invertir en infraestructuras para conectar mejor estas poblaciones con las grandes urbes y el resto de España.

Y no sólo eso. VOX también plantea llevar a cabo incentivos fiscales como deducciones o bonificaciones para aquellos empadronados en ciudades medias y pequeñas y así revitalizarlas y favorecer el relevo generacional en el ámbito rural.

En este sentido, la iniciativa entiende que es “bueno, justo e imprescindible” que los españoles “tengan la oportunidad de no abandonar su tierra y que haya una distribución de la prosperidad y de la población por toda la geografía nacional y no únicamente en unas pocas provincias”.

 

Por todo ello, el GP VOX exige al Congreso que inste al Gobierno a:

 

  1. Promover la mejora de todos los servicios públicos básicos (especialmente los sanitarios -atención primaria, terapia ocupacional, etc.-) en las pequeñas y medianas ciudades, así como en el mundo rural.
  1. Impulsar la creación y crecimiento de empresas en la economía de las ciudades pequeñas y medias, así como en la España rural, a partir de incentivos fiscales que permitan desarrollar negocios viables, rentables y atractivos a la inversión que contribuyan a la fijación de población en esos municipios.
  1. Mejorar las infraestructuras de ciudades pequeñas y medias como la red de carreteras del Estado, las redes ferroviarias, las redes de trenes de Cercanías y Media Distancia.
  1. Proteger y conservar el patrimonio histórico-artístico tradicional como garante de la identidad nacional y motor económico y turístico de todas las ciudades, incluidas las medias y pequeñas.
  1. Dotar a las pequeñas y medianas ciudades de los medios necesarios para la rehabilitación de viviendas como medio para atraer más población y facilitar el asentamiento.
  1. Desarrollar incentivos fiscales en materia de vivienda, con el fin de facilitar la consolidación de población en las capitales de provincia más pequeñas y en las capitales de comarca.
  1. Impulsar una revisión del Catastro para acabar con las enormes diferencias que existen en la España rural entre un valor catastral muy superior al valor de mercado de los inmuebles, que en muchos casos son enormes y generan una tributación desmesurada que lastra la compraventa de viviendas en el mundo rural.
  1. Favorecer el desarrollo de polos industriales en zonas económicamente deprimidas para lograr el anclaje de población y revitalizar estos territorios.
  1. Proteger la producción de las pequeñas y medianas empresas de carácter asociativo y familiar, para facilitar la permanencia de dichas empresas en sus localidades de origen.