La portavoz de VOX en la Comisión de Trabajo, Economía Social, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Rocío de Meer, se ha referido a los datos ofrecidos por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, acerca de que en 1999 había 1 millón de inmigrantes en España y 7,5 millones en 2023. «Si sólo 2,5 millones trabajan, es una pregunta compleja, ¿qué aportan exactamente estos 7,5 millones de personas? No son refugiados, es una emigración de tipo económico» y si «únicamente trabajan 2,5 millones de personas de 7,5 millones, desde luego, en los en los países de destino tenemos un problema gordo».
A este respecto, De Meer ha acusado a la ministra del Gobierno de Sánchez de tener un modelo que «no son cinco refugiados que huyen de una guerra a los que tenemos que acoger e integrar, son millones de personas que ustedes quieren integrar y es imposible hacerlo».
La diputada de VOX ha explicado que «la mayor parte de ellos no son refugiados», así que el modelo de inmigración del Gobierno no se basa en «refugiados que huyen de una guerra», pues «son millones de personas que quieren integrar en una sociedad pero es imposible».
Las consecuencias de esta inmigración masiva -ha añadido de Meer- la padecen los españoles de a pie, «los españoles humildes y corrientes lo ven en sus barrios» y citado los datos del INE que dicen que el 97% de la subida de población se debe a la población extranjera. «La realidad que vemos en la calle es desesperante; no puede ser el modelo de fronteras abiertas que ustedes han creado y alimentado, esto es una invasión migratoria». Por eso, ha alertado de que «está en riesgo la sociedad, la convivencia y, sobre todo, la identidad nacional«.
Por otro lado, Rocío de Meer ha lanzado la siguiente pregunta: ¿Quién quiere que vengan esos millones de inmigrantes? «Quien quiere que vengan son los poderes económicos, ustedes le están haciendo un favor». «¿No se da cuenta de que hay una serie de poderes económicos que lo que quieren es rellenar todos los empleos de baja cualificación con personas que provienen de otros países? Tienen dos opciones en política laboral: dignificar los empleos de baja cualificación o abrir las fronteras, que es lo que le dictan los poderes económicos. Ustedes están haciendo lo segundo».
Por último, la diputada de VOX por Almería ha denunciado el mito de la integración y el multiculturalismo y las consecuencias de la inmigración masiva que sufre España. «Estamos viendo en nuestro país machetazos como no se habían visto nunca, mutilación genital femenina y matrimonios forzosos».
En esta misma comisión también ha intervenido el portavoz de VOX David García, que ha lamentado que España sea «el farolillo rojo» de la UE y de la OCDE en empleo, algo que sufren especialmente los jóvenes, pues «uno de cada cuatro jóvenes en paro en la UE es español». Así, ha asegurado que «el problema que tenemos con los jóvenes es que no pueden acceder a trabajos dignos».
García también se ha referido al dato ofrecido por la ministra: en España había 1 millón de inmigrantes en 1999 y 7,5 millones en 2023. «Dice que hay 2,5 millones trabajando, según sus propios datos y que tenemos una gran falta de personal cualificado, lo que desmontaría por completo todas su políticas en material de inmigración laboral, es decir, los inmigrantes que están llegando peticionarios de trabajo no están viniendo para cubrir los puestos que necesitamos, es decir, estamos acumulando una cantidad de personal no cualificado que se va sumando a las listas de desempleo o a las prestaciones de ayuda».
A continuación, el diputado por Alicante ha reivindicado una política de natalidad para revertir la población cada vez más envejecida de España e impulsar un mercado laboral de mayor calidad. «Tenemos a nuestros jóvenes que se incorporan cada vez más tardíamente al mercado laboral y en unas condiciones precarias: no se pueden emancipar, no pueden crear una familia, no pueden tener hijos, y muchos de ellos cuando obtienen una buena formación se marchan fuera a buscar trabajo porque tienen mejores condiciones. Y eso es un drama. Mientras importamos muchos trabajadores de baja cualificación nuestros trabajadores formados que cuestan un gran gasto y una gran inversión al Estado, se marchan fuera».