El vicepresidente de VOX, Javier Ortega, ha interpelado a la ministra de Industria, Comercio y Turismo sobre las medidas que va a adoptar el Gobierno para proteger a quienes no puedan adquirir un vehículo nuevo ante la prohibición de la venta de coches de combustión a partir de 2035.
Ortega ha calificado de «la mayor amenaza contra la industria española la prohibición de fabricar y vender vehículos de combustión en Europa en 2035″. Por ello, se ha dirigido a la ministra para decirle que «no le interpelamos sólo nosotros, a usted les interpelan cientos de miles de trabajadores de la industria automovilística española, miles de trabajadores de las pequeñas y medianas industrias y autónomos del sector industrial auxiliar de la industria automovilística española, miles de transportistas de vehículos, miles de trabajadores y empresarios y autónomos de talleres y casas de recambios, en definitiva, le interpelan millones de españoles y familias que van a ser privados de un bien de estricta necesidad, que no de lujo, como es el vehículo tan necesario para su movilidad y tan imprescindible para su libertad«.
Esta amenaza, según ha explicado Ortega, «afecta a un sector que representa a nada menos que al segundo país fabricante de vehículos de toda Europa, el noveno del mundo, que representa al 10% del PIB de España, que representa el 18% de las exportaciones de España, que genera entre empleo directo e indirecto más de medio millón de puestos de trabajo. Una amenaza que significa seguir ahondando entre la diferencia económica y social entre quienes viven en núcleos urbanos o rurales, entre quienes tienen posibilidades económicas y los más desfavorecidos, ahondando en esa terrible situación de despoblación, deslocalización y desindustrialización de la nación española».
A continuación Ortega ha acusado a la ministra de aceptar «el mayor negacionismo de la realidad que significa ese fanatismo climático de su Agenda 2030, que no es otra cosa que un tremendo y descarado fraude. Porque la alternativa que ustedes presentan es falsa, la alternativa frente al vehículo de combustión fósil actual, gasolina o híbrido, no es el vehículo eléctrico. El vehículo eléctrico es de un altísimo coste de adquisición que resulta imposible para la inmensa mayoría de españoles y europeos».
Precisamente sobre el vehículo eléctrico el vicepresidente de VOX ha denunciado que «tiene un altísimo coste de consumo porque, entre otras cosas, funciona con electricidad, esa electricidad que viene de centrales térmicas, de centrales carbón, de esa energía nuclear que han criminalizado, que es la nuclear, pero que supone el consumo de la energía eléctrica, una de las energías más costosas y de las que desgraciadamente nuestro país tiene tanta dependencia exterior por su culpa, porque no han querido que podamos tener nuestras propias fuentes de recursos naturales».
Además, el vehículo eléctrico, tras su utilización, tiene un alto coste de destrucción o reciclaje por culpa de las baterías de litio. A ello se ha referido Ortega, que ha afirmado que «esa alternativa es además una profunda hipocresía, una hipocresía que dice que hemos de desmantelar nuestra industria nacional para fomentar la industria extranjera». Todo ello, ha señalado, tiene consecuencias: «descapitalizar, desindustrializar, y empujar a paro a importantes sectores de España para que otros países hagan pingues beneficios, por ejemplo, la China».
Por el contrario, Javier Ortega ha expuesto el plan de VOX. «Lo primero que hay que hacer es preguntar a los españoles», por ejemplo, sobre «la prospección de los propios recursos naturales». En su opinión, «hay alternativas a destruir la industria nacional, por ejemplo, apostando por vehículos de hidrógeno o cualquier otra solución que los científicos nos aporten y que sean mejor de lo que tenemos. Hasta ahora ustedes han apostado por prohibir y arruinar a sectores«. Y es que para Ortega «frente a la dependencia exterior hay alternativa», y ha explicado que la de VOX «es la batalla total por la libertad y la soberanía, esa batalla de la inmensa mayoría de los españoles frente al fraude suicida de los oligarcas, las multinacionales y los pijo-progres».
En su turno de réplica, Javier Ortega ha pedido a la ministra que «deje en paz a Madrid» y que «deje que podamos circular y hacerlo de manera responsable», ya que «no todos los madrileños tienen la suerte de tener un coche oficial o un coche eléctrico».