Georgina Trías en la tribuna del Congreso.

VOX rechaza la Ley Celáa: “No consentiremos su adoctrinamiento sectario, totalitario y relativista”

DEBATE EN EL CONGRESO

La diputada de VOX Georgina Trías ha explicado en la tribuna del Congreso los motivos por los que su grupo parlamentario ha presentado una enmienda a la totalidad de la conocida como Ley Celaá de Educación, y ha denunciado el sectarismo del que hace gala, una vez más, el Gobierno Sánchez.

«La comunidad educativa está preocupada porque más de 8 millones y medio de niños y jóvenes españoles no han ido a su centro escolar durante tres meses, y con el verano por medio, habrá pasado ya medio año sin pisar los centros. Están ustedes más preocupados por imponer su agenda ideológica que por solucionar los problemas reales de la Comunidad Educativa. No es el momento, además, porque ha faltado un trámite de consultas y debate amplios con los organismos, organizaciones y agentes sociales principalmente afectados por un cambio de proyecto educativo de este calado. De hecho, hoy mismo, en varias ciudades españolas, hay concentraciones de ciudadanos representativos de las plataformas de los Centros de Educación Especial en protesta por la tramitación de esta ley», ha recordado Trías, para quien el proyecto del Gobierno pone en juego la educación de los niños españoles.

«Quieren imponer a nuestros hijos, desde la más temprana edad, esa supuesta educación sexual, ideológica y sectaria. Y quieren hacerlo de forma organizada, curricular, como corresponde a un buen sistema totalitario, con guías obscenas que ya se están implantando en numerosas Comunidades Autónomas», ha denunciado la portavoz de VOX, que ha recordado que en el Estado Español rige la neutralidad y el principio de laicidad positiva , y no el laicismo que promueve el Gobierno.

LOS DIEZ MOTIVOS POR LOS QUE DECIR NO A LA LEY CELAÁ

1. Pretende imponer a los niños una educación sexual, ideológica y sectaria contraria a los principios y derechos fundamentales reconocidos por la Constitución. El Estado Español rige la neutralidad, y el principio de laicidad positiva, y no el laicismo que pretende imponer el Gobierno.

2. Acentúa la ausencia del español en las aulas de Cataluña, País Vasco, Galicia y de la Comunidad valenciana. No garantiza las horas mínimas de español, y hace caso omiso de las denuncias por parte de asociaciones de padres que defienden el derecho de sus hijos a recibir clases en su lengua materna.

3. No ofrece una solución, sino que refuerza un sistema donde conviven las normas de rango estatal con las autonómicas, generando más desigualdad, como las diferencias en la inversión pública por alumno entre CC.AA., las ratios profesor/alumnos, los salarios de los profesores, las inversiones en infraestructuras y, finalmente, en los currículos.

4. No soluciona la paradoja sangrante de tener un único distrito universitario y diecisiete pruebas distintas de acceso a la universidad, con el inevitable agravio comparativo que ello supone, y la injusticia que conlleva.

5. Priorizará a los centros que apliquen el principio de coeducación “y no separen al alumnado por su género o su orientación sexual”. Es falso que en España existan colegios que separen al alumnado por su orientación sexual y esta mentira pone impedimentos al acceso a los fondos públicos de los centros que opten por la educación diferenciada, reconocida por el Tribunal Constitucional.

6. No realiza un diagnóstico adecuado de las razones por las que España tiene unas tasas inasumibles de fracaso escolar y unos resultados paupérrimos en las pruebas diagnósticas externas.

7. Desaprovecha la oportunidad de acometer la reforma que precisa la Formación Profesional para no seguir en la cola de los países comunitarios.

8. Se elimina el concepto de demanda social que permitía la apertura de centros concertados en lugares donde no había llegado la educación pública.

9. Quiere vaciar progresivamente los Colegios de Educación Especial, obligando al cierre y planteando de forma exclusiva la educación inclusiva.

10. Despoja a la asignatura de Religión de todo valor académico y ni tan siquiera se programa una asignatura alternativa, vulnerando el Acuerdo internacional con la Santa Sede que dispone que se enseñe la religión católica en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales.