María, tiene 38 años y dos hijos de 3 y 7. María quedó huérfana cuando tenía 11 años, y vivió con su tía Pepa hasta hace unos años. En enero de este año su tía ha fallecido por Covid, dejando a María como única heredera, la modesta casa de su pueblo en la que vivieron juntas hasta que María se trasladó a Madrid. María trabaja como empleada en un restaurante, cobra 1000 euros al mes, y en la gestoría le han dicho que si acepta la herencia de su tía, tendrá que pagar 47.000 euros por el impuesto de sucesiones. Una casa que no puede vender en tanto no acepte la herencia, ni pedir un préstamo ofreciendo la casa en garantía, para afrontar el impuesto de sucesiones. María se encuentra ante la disyuntiva de renunciar a la herencia de quien la ha criado y seguir con sus 1000 euros al mes , criando dos hijos, o aceptar la herencia y pagar 47.000 euros que no tiene.
Con esta historia real ha comenzado la diputada de VOX, Inés Cañizares, su defensa, en el Pleno del Congreso, de la propuesta de VOX para eliminar el impuesto de Sucesiones y Donaciones, un impuesto injusto que impide el ahorro y la prosperidad de las familias españolas.
«Estos son los españoles, señorías de la izquierda progresista y feminista, a los que según ustedes hay que freír a impuestos para evitar la acumulación de la riqueza… y lo dicen sin despeinarse. Hay que pagar impuestos, sí claro que hay que pagarlos, pero siempre pagan los mismos, los más indefensos, las clases medias que ustedes condenan al ostracismo y a la desaparición y las clases trabajadoras que con este sistema tributario que te esquilma por respirar, jamás podrán ahorrar ni un euro». «¿De veras creen que los millonarios a los que ustedes rinden pleitesía tributan mucho dinero por el impuesto de sucesiones y donaciones? O ustedes son ignorantes y viven en un mundo paralelo o directamente mienten», ha dicho Cañizares con claridad, que ha sido asesora fiscal durante 3o años: «Sus discursos son demagógicos y reivindican derechos para los más vulnerables al tiempo que los abrasan con nuevos impuestos sin eliminar los anteriores y sin ofrecer posibilidades a la gente para que pueda prosperar».
«¿A ustedes no les da vergüenza expoliar a los españoles mientras mantienen un Gobierno con 22 ministerios y otros 17 reinos de taifas, con 21300 MM para políticas de más desigualdad, con un gasto político disparado, que se mantiene a costa de asfixiar al ciudadano?», se ha preguntado Cañizares.
INICIATIVA DE FENCIS
«En España -ha recordado Cañizares- tenemos a la Federación Nacional Contra el Impuesto de Sucesiones, FENCIS , un movimiento social y apolítico que agrupa a las principales asociaciones y plataformas que llevan años luchando contra la injusticia de este cruel tributo, y que ha recabado en su contra más de 1.000.000 de firmas de ciudadanos que no pertenecen a las élites, no son ricos, ni poderosos, todo lo contrario, trabajadores y personas humildes expoliadas y que en muchos casos viven auténticos dramas. Estamos ante un impuesto que vulnera derechos constitucionales recogidos en los Art. 14 y 33, y no cumple con la función redistributiva del artículo 31 de la Constitución».
LAS MENTIRAS DEL CONSENSO PROGRE
Cañizares ha desmontado, una por una, las esperadas mentiras que el consenso progre ha vertido poco más tarde en la tribuna:
¿Que está presente en toda Europa? Mentira. No existe en más de la mitad de los países de la Unión Europea.
¿Que es justo progresivo y redistribuye la riqueza? Falso, es un tributo cedido a las CCAA, y que aunque cualquiera de ellas podría eliminarlo, todas lo mantienen y, en el mejor de los casos introducen bonificaciones, como Madrid que es la segunda CA en recaudación, ahondando estas diferencias en la profunda desigualdad entre los Españoles, llegando a ser confiscatorio y pecisamente una lacra, para las clases trabajadoras al no tener en cuenta la capacidad económica real del heredero para hacerle frente.
¿Que se tributa por el valor real de los bienes inmobiliarios heredados? Más mentiras. El valor atribuido a los bienes objeto de tributación lo determina la Administración, al margen de la realidad inmobiliaria. Con un método que lleva a una sobrevaloración de los bienes, y si no está de acuerdo, recurra a los Tribunales , pero antes pase por caja y pague, pues en caso contrario le embargo su patrimonio.