Juan José Aizcorbe

«Derecho a la huelga, sí. Al trabajo, también». Lección de derecho y dignidad de Aizcorbe (VOX)

NO A LA DEROGACIÓN DEL CASTIGO A LOS PIQUETES VIOLENTOS

«La izquierda, como siempre, en nombre de los trabajadores, ataca a los trabajadores. En nombre de la libertad, ataca frontalmente la libertad; en nombre de la igualdad, forja desigualdad y en nombre de la justicia, genera injusticia».

Así ha resumido el diputado de VOX por Barcelona Juan José Aizcorbe la realidad que se esconde tras la pretensión de la izquierda de derogar del Código Penal el  artículo que castiga a los piquetes violentos.

¿Qué es lo que se deroga, en realidad, con este artículo? El derecho de los trabajadores a elegir libremente trabajar, y España «necesita trabajo, ley y orden», como explica Aizcorbe. «Y la derogación que se pretende va en sentido contrario, pues ni garantiza el trabajo, puede contravenir la Ley y pretende armar de insolencias el desorden». Una derogación que puede traer consecuencias indeseables, «sesgando la libertad de los trabajadores a escoger libremente el ejercicio del derecho a la huelga o el de trabajar».

¿Qué piensa VOX?

VOX no sólo censura las actitudes indeseables de algunos impostados empresarios o patronos capaces de perpetrar desmesuras, como por ejemplo la de no dar de alta en la Seguridad Social a algún empleado -en el hemiciclo, como ha recordado Aizcorbe, «se encuentra alguno de esos personajes sin escrúpulos»-, sino que denuncia todo tipo de abuso empresarial. «Aún es más: consideramos que entre los deberes morales del buen empresario -y en España son la inmensa mayoría-, debe primar y destacar el proveer a cada uno lo que sea justo y en justicia corresponda».

Pero la derogación del castigo a los piquetes violentos lo que pretende, en realidad, es acabar con la libertad completa: «Se pretende justificar bajo una vulneración al derecho de huelga la barra libre para que algunos liberados coaccionen al resto de los trabajadores que quieran ejercer su derecho al trabajo y eso no se puede tolerar. El abuso, las coacciones, los métodos violentos, el rancio matonismo sindical en el desarrollo de una huelga, propio de los sindicatos de clase, ebrios de luchas fratricidas, es contrario a las exigencias del bien común de la sociedad, que corresponde a la naturaleza bien entendida del trabajo mismo, unido a la dignidad de la persona».

La España de la ruina

«España, con más de 4.000.000 de parados, 900.000 personas en ERTES, y otras tantas inactivas; al borde de la eclosión y del conflicto social», necesita trabajo, ley y orden.  «Y esta proposición de ley pretende dejar impune la violencia, en la que la izquierda se mueve cómodamente, plácidamente, consentidamente.

«En no mucho tiempo VOX recibirá el apoyo mayoritario del pueblo español, y VOX gobernará y en VOX estamos preparados para gobernar, en ese momento derogaremos todo cuanto violente la voluntad de los trabajadores españoles y la paz social. Para recuperar la libertad. España necesita trabajo, ley y orden. En definitiva, España necesita a VOX. Y sólo queda VOX».