Francisco José Contreras

Contreras explica por qué y cómo quiere reforzar VOX la concesión de la nacionalidad española

'DERECHOS Y TAMBIÉN DEBERES'

El diputado de VOX por Sevilla y portavoz en la Comisión de Reto Demográfico, Francisco José Contreras, ha explicado en el Congreso la proposición de ley presentada por su partido para modificar y endurecer la concesión de la nacionalidad española: «La nacionalidad es un privilegio que conlleva, no sólo derechos, sino también deberes. Sólo deben ser compatriotas nuestros quienes abracen la historia, la cultura, la economía y los valores de los españoles», ha explicado, para dejar claro que, con esta proposición no se pretende decir que todos los extranjeros sean delincuentes, sino que, los que lo son, no deben tener acceso a la nacionalidad.

«Nuestros antepasados supieron que ser ciudadano era un privilegio, y que no sólo implicaba derechos, como tendemos a creer hoy, sino también deberes», ha recordado en el Pleno del Congreso el catedrático Contreras, que ha detallado las novedades que propone VOX en el proceso para obtener la nacionalidad española con el objetivo de “acabar con las prácticas fraudulentas de adquisición de la nacionalidad española, así como restringir la atribución de la misma por procedimientos que no acreditan un suficiente grado de integración en la nación», porque, a juicio de VOX, «sólo deben adquirir la ciudadanía quienes tengan un vínculo de lealtad y compromiso con el pasado, el presente y el futuro de la nación española».

-Plazos ordinarios para conseguir la nacionalidad de 10 a 15 años (manteniendo los plazos reducidos para los refugiados -1 año- y para los nacionales de Iberoamérica, de Filipinas, de Guinea Ecuatorial o de Portugal -dos años-).

-Dos nuevos requisitos: el interesado debe presentar certificado de carencia de antecedentes penales en su país de origen y en España y, si no es de origen hispano, debe poseer un certificado oficial de idiomas que acredite su dominio del español (además de superar una prueba escrita de conocimientos sobre la Constitución, la cultura y la Historia de España).

-Reforma del artículo 25 del Código Civil para introducir un nuevo supuesto de pérdida de la nacionalidad por sanción para los extranjeros naturalizados que, poseyendo doble nacionalidad, hayan sido condenados por delitos contra la Constitución o el orden público, de traición o contra la paz o la independencia del Estado, en línea con la legislación vigente en países como Alemania, Francia o Italia.

Delincuencia y origen

La semana pasada, ha recordado Contreras, en el debate de la Asamblea de Madrid sobre las muertes producidas por las batallas callejera entre bandas latinas, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, afirmó que «la delincuencia no tiene nada que ver con el país de origen». «Y no es cierto. Los extranjeros delinquen más que los españoles (sin que implique en absoluto que todos los extranjeros sean delincuentes). Los extranjeros representan un 11’4% de la población residente en España, pero son un 29% de la población reclusa; es decir, una tasa de criminalidad tres veces superior a la de los españoles».

«El consenso progre dice que esta sobrerrepresentación se debe a la pobreza y la ignorancia, pero los españoles fuimos pobres en otros tiempos, y no por eso formábamos bandas de cuchilleros ni rompíamos la ley de los países a los que emigrábamos», ha subrayado Conteras, que ha señalado a la cuestión cultural como causa clara de la falta de integración: «algunos inmigrantes proceden de los países más violentos del mundo, y la mentalidad de una persona no cambia por arte de magia al poner pie en suelo europeo. El país más violento del mundo es El Salvador, con una tasa de 61 homicidios por 100.000 habitantes (o sea, 100 veces superior a la española)».

Pero, como explica el diputado de VOX, las bandas latinas «no representan al conjunto de los inmigrantes», y, precisamente por eso, porque no deben «pagar justos por pecadores», los inmigrantes honrados son los primeros interesados en que se aplique un control riguroso de la inmigración que impida que vengan compatriotas suyos que ensucien la reputación de su país.

Tan españoles como Abascal…

«Cuando la señora Ayuso dijo que los pandilleros Dominicans Don’t Play son españoles, se refería a que tienen DNI español. Nosotros pensamos que ser español es mucho más que tener un papel. Y que esos sujetos nunca hubieran debido conseguir ese papel», ha dicho Contreras en alusión a las palabras de la presidenta de la Comunidad, que señaló que los delincuentes eran tan españoles como Abascal.

«Los extranjeros que delincan no merecen nuestra nacionalidad. No merecen ser españoles quienes cometen crímenes como la violación de una anciana de 95 años el pasado 23 de enero en Figueras, o la de una de 80 años en abril de 2020 en Llobregat. O el MENA argelino que el 17 de enero violó y golpeó con bate de beisbol a una octogeneria en Alicante. Ni los de la manada de Azuqueca, que violaron vaginal y analmente por turnos a una niña de 12 años puedan alguna vez ser españoles». No queremos, insiste Contreras, que esas personas puedan ser españolas.

«Viajen un poco -ha insistido Contreras- y verán el fracaso de la nueva Europa multicultural. El 90% de los musulmanes franceses se casan con otros musulmanes. En los eventos deportivos, muchos abuchean La Marsellesa y vitorean el himno de Argelia. Varios de los autores de los atentados contra la revista Charlie Hebdo, la discoteca Bataclan y otras matanzas tenían la nacionalidad francesa. Hay suburbios de París, Bradford o Malmoe que se parecen ya más al Magreb que a Europa: las mujeres evitan salir, o lo hacen siempre con acompañante masculino, intentando no llamar la atención», ha recordado, para citar el libro de la refugiada somalí Ayaan Hirsi Ali -«no es precisamente una supremacista blanca…»-: «Ella explica como la avalancha migratoria de la última década ha traído un notable aumento de las agresiones sexuales y el deterioro de la seguridad de las mujeres. En muchas ciudades europeas, las mujeres modifican sus itinerarios y evitan salir a correr al parque. En Dinamarca, las violaciones crecieron un 102% entre 2014 y 2017; en Inglaterra, un 70%; en Alemania, un 41% entre 2015 y 2017».

Finalmente, Contreras ha lamentado que el consenso progre culpe a la sociedad anfitriona antes que a los huéspedes. «Se atribuyen los conflictos a la pobreza o al racismo de los europeos. Esta reacción autoinculpatoria es suicida. No, la culpa no es nuestra. El esfuerzo de adaptación corresponde al recién llegado, no al anfitrión: Sólo deben ser compatriotas nuestros quienes abracen la historia, la cultura, la economía, los valores de los españoles».

TEXTO ÍNTEGRO DE LA INICIATIVA PRESENTADA