El PSOE lleva al pleno del Congreso una proposición de ley para mejorar la protección de los niños huérfanos por la llamada ‘violencia de género’ (es decir, de los niños cuyas madres han sido asesinadas por sus parejas). Un texto que no incluye, sin embargo, a los niños cuyos padres han sido asesinados por sus parejas, motivo por el que VOX vota abstención para, durante su tramitación, incluir cuantas enmiendas sean necesarias para que esta norma ampare también a los niños víctimas de la violencia de sus madres.
Así ha sido la intervención de la diputada por Madrid, María Ruiz:
¿Se imaginan que hubiéramos tenido que pasar por el horror de perder a nuestra madre, asesinada a manos de nuestro padre? ¿Acaso podríamos siquiera ponernos en la piel de las criaturas que han tenido que pasar por una experiencia tan terrible? Seguramente no, porque es de una crueldad inhumana, tan inhumana como tener que pasar por la experiencia de perder a tu padre a manos de tu propia madre, exactamente igual.
Y por eso nosotros, como legisladores, tenemos una responsabilidad tan enorme para con los niños que quedan huérfanos por cualquier circunstancia, y por supuesto mucho más aún, si la orfandad les sobreviene en circunstancias tan terribles…
Y por eso nos resulta tan difícil de entender que ustedes nos traigan una Proposición de Ley sobre un tema tan sensible y de tanta importancia, planteada como una vulgar medida ideológica. Una vulgar medida ideológica para luchar contra la “violencia de género”, que es como llaman ustedes a lo que no es más que la violencia ejercida vilmente, por algunos salvajes que no merecen llamarse hombres, contra sus mujeres. Lamentablemente, ustedes no plantean esta proposición de ley como una ayuda para todos los niños que se quedan huérfanos, demostrando que en realidad los niños huérfanos les importan muy poco, y que tan solo los utilizan para ponerlos al servicio de sus intereses ideológicos. Definitivamente, señorías, este sectarismo suyo les está convirtiendo en legisladores tremendamente injustos.
Desde 2013, más de 300 menores se han quedado huérfanos como consecuencia de los crímenes violentos de sus padres contra sus madres, y es terrible, terrible e intolerable, pero ¿acaso es menos doloroso para una criatura que sea su madre la que mata a su padre? Señorías, 22 hombres fueron asesinados por mujeres, que eran sus parejas o sus ex parejas, entre 2016 y 2018. 9 en 2019.
Violencia doméstica íntima, le llaman ustedes, para diferenciarla de la violencia de género, en un intento de hacerla parecer menos grave. Pero esos padres también dejaron huérfanos señorías. ¿De verdad creen ustedes que esos huérfanos merecen menos, que sufren menos, que no necesitan las mismas ayudas? ¿Merecen también menos, los niños que se han quedado huérfanos por otras circunstancias?
¿No es también terrible que un niño pierdan a sus dos progenitores en un accidente de tráfico, o por una enfermedad, o por un suicidio o por un acto violento de cualquier otra clase?
Señorías, nosotros ni quitamos ni ponemos una coma a la forma en la que ustedes describen, en su proposición de ley, lo que tienen que sufrir las víctimas más inocentes de esta barbarie, ni una coma.
Pero no entendemos por qué discriminan de esta forma tan injusta al resto de los huérfanos de este país, y nos preocupa mucho, que no estén atentos a las dificultades a las que tienen que enfrentarse el resto de niños huérfanos, sea cual sea la causa por la que adquieren esa condición.
Por supuesto que entendemos que es un estigma horrible que tu padre sea un asesino, pero también que lo es que lo sea tu madre, y aunque haya menos casos de mujeres que matan a sus parejas, hacer una diferencia respecto a sus hijos es tremendamente injusto. Porque en todos los casos hay secuelas psicológicas, en todos los casos puede haber traumas, dificultades económicas, necesidad de atención psicológica, en todos los casos puede modificarse la forma de vida de estos niños, en todos los casos pueden producirse desplazamientos a otros núcleos familiares, o a servicios sociales. Y desde luego, en todos los casos debemos facilitar el acceso a las indemnizaciones civiles que les correspondan, y agilizar el proceso sucesorio abierto tras la muerte de los progenitores, en todos, también en los casos de orfandad sobrevenida por otras causas.
Nuestra obligación como legisladores es buscar el bien común, buscar la justicia. ¿Por qué solo legislan para unos? ¿En qué clase de justicia creen ustedes?»
Ruiz Solás ha tenido palabras de recuerdo también para la madre y el padre víctimas de la peor de la violencias: la ejercida por sus parejas contra sus hijos:
«Hoy hay una madre sufriendo un infierno por la muerte de sus pequeñas a manos de su padre, y todos estamos con ella en su dolor. Todos, absolutamente todos, consternados, horrorizados, en shock, incapaces de comprender tanta maldad, pero también hay un padre sufriendo exactamente el mismo infierno por lo mismo, por la muerte de su hija asesinada por su madre, también por venganza. ¿Acaso creen ustedes que el sufrimiento de la madre de Anna y de Olivia es mayor que el sufrimiento del padre de Yaiza, que ella las amaba más? ¿No son Anna, Olivia y Yaiza igual de víctimas de la maldad e igual de inocentes?
A mí me avergüenza que como sociedad no hayamos reaccionado de la misma forma ante un caso exactamente igual; me avergüenza que hayamos dejado solo en su dolor a este padre, me avergüenzan los medios de comunicación para los que no ha merecido ni un minuto de su televisión, ni una página de sus diarios, y los políticos para los que no ha merecido ni un minuto de silencio.
Pero esta es, señorías, la aberración a la que ustedes nos están llevando como sociedad con la imposición de su ideología de género».
«Señorías, con esta proposición de ley lo único que van a hacer es perpetuar la injusticia y la discriminación entre huérfanos que ya iniciaron con la Ley de mejora de la situación de orfandad de las víctimas de violencia de género, porque nuevamente solo se aplicará a los huérfanos de violencia de género. Pero nosotros creemos que nuestra obligación como legisladores de paliar la situación de vulnerabilidad de todos los huérfanos. Nosotros sí queremos proteger de la violencia a todas las víctimas, sin hacer distinciones y por eso, señorías, no nos vamos a oponer a esta ley, y vamos a proponer cuantas enmiendas consideremos necesarias para mejorarla para que ningún niño huérfano de este país sea discriminado, sea cual sea la causa de su orfandad».