El Grupo Parlamentario continúa aportando medidas para mejorar la situación de la economía y presenta una Proposición No de Ley con el objetivo de adoptar una metodología presupuestaria con la que proporcionar mayor eficiencia en el uso de los recursos públicos, ofrecer mayor información en la toma de decisiones y colaborar en la consecución del objetivo de reducción del déficit público.
España está sufriendo la mayor crisis económica de su historia en tiempos de paz, derivado de un shock de naturaleza externa provocado por la pandemia del coronavirus. Todos los países de nuestro entorno están sufriendo en términos económicos, sociales y sanitarios. Sin embargo, los organismos internacionales achacan a nuestro país el peor escenario a medio y largo plazo.
“Al igual que sucedió en el año 2008 con la crisis financiera provocada por la drástica caída de la liquidez en los mercados internacionales, la economía española se presenta ante esta nueva crisis con fuertes debilidades macroeconómicas agravadas y provocadas en tiempos muy recientes”, han explicado los firmantes de esta Proposición No de Ley quienes han destacado que España ha sido fuertemente golpeada y que se enfrenta con unas defensas muy bajas no ya para una crisis sanitaria, sino para cualquier shock económico que pudiera haberse ocasionado.
Desde el GP VOX han insistido que, a las debilidades propias de la economía española, -como una tasa de paro estructural de las más altas de los países desarrollados-, es de especial gravedad el shock negativo por el lado de la oferta provocado por el Gobierno al ordenar al sector privado de cierre de gran parte de la actividad económica en nuestro país, que «hoy en día sigue sin poder actuar a pleno rendimiento o por lo menos con cierta libertad”.
“El Gobierno pretende, con sus medidas contradictorias, seguir ahogando a la iniciativa privada para la consecución de unos objetivos políticos y personales difíciles de poder definir con cierta claridad”, ha asegurado la portavoz del GP VOX en la comisión de Economía, Inés Cañizares quien ha recordado que la economía española presenta fuertes vulnerabilidades que a través de las políticas del Gobierno se van a ver incrementadas, como en el significativo nivel de paro estructural y el alto nivel de prestaciones que hay que afrontar.
“España se enfrenta a desafíos jamás encontrados. Primero, unas finanzas públicas sin margen de maniobra, un sector privado que por imperativo legal no puede trabajar, negocios que por las condiciones de la pandemia no podrán abrir a pleno rendimiento y un nivel de desempleo altamente peligroso”, ha recalcado tras advertir que es absolutamente necesario un cambio del modelo.
¿Cuál es el que propone VOX?
Adoptar la metodología presupuestaria del Presupuesto en Base Cero con el objetivo de proporcionar mayor eficiencia en el uso de los recursos públicos, ofrecer mayor información en la toma de decisiones y colaborar en la consecución del objetivo de reducción del déficit público.
“El debate de política fiscal y presupuestaria siempre se ha basado en la aplicación de mayores o menores gastos y en el aumento o bajada de los impuestos para compensar y poder alcanzar el equilibrio presupuestario. Sin embargo, el objetivo no se ha conseguido ya que las cuentas públicas arrojan situaciones de déficit históricos”, señalan.
Pero, ¿qué son los Presupuestos en Base Cero?
Se trata de una metodología para la elaboración del presupuesto que asigna fondos según la eficiencia y necesidad para alcanzar los objetivos de la organización en lugar de considerar el historial de años anteriores. En definitiva, ninguna cuenta se presupuesta de forma automática.
Los encargados del presupuesto revisan, al inicio del ejercicio, los distintos objetivos y gastos de la organización y deberán justificar cada uno de ellos para recibir los fondos. Cada nivel de gasto debe estar debidamente justificado y, en ningún caso, podrá ser explicado por el nivel de gasto de ejercicios anteriores. Es por tanto un enfoque flexible de gestión que proporciona una base fiable para reasignar los recursos, mediante la revisión y justificación sistemática de los niveles de financiación y ejecución de los programas corrientes.