La portavoz adjunta de VOX en el Congreso, Inés Cañizares, ha defendido la proposición no de ley de VOX para la reprobación y destitución inmediata de la Ministra de Igualdad y la supresión del Ministerio de Igualdad.
«Las políticas implementadas por un ministerio y gestionadas por su ministra han de medirse no por su propaganda, ni por sus intenciones, ni por su ideología, sino por sus resultados. Por tanto, ante las reiteradas acciones de Irene Montero que perjudican el bien común, su demostrada incompetencia, su persistente apología de la actividad sexual por y entre menores, sus incisivos ataques a la separación de poderes y al estado de derecho, y su negligencia ante la desprotección de las mujeres que implica la legislación impulsada desde el Ministerio de Igualdad que beneficia a los delincuentes, el GP VOX propone la reprobación de la ministra e insta al presidente del Gobierno a que la cese y suprima el ministerio de Igualdad, innecesario en sus funciones, injusto, que ejecuta políticas contrarias al artículo 14 de la Constitución, oneroso en su estructura y que destine la totalidad de su presupuesto a paliar la emergencia social que sufren los españoles».
«Todas las leyes que abandera este ministerio y su ministra, enmarcadas en una siniestra ideología, vulneran derechos fundamentales, siendo los más atacados el de la igualdad ante la ley y la presunción de inocencia del varón, una ideología degenerada que prejuzga a todos los hombres señalándolos como culpables pero que, sin embargo, cuando los tribunales dictan sentencias y encarcelan a violadores, corruptos o sediciosos, la izquierda utiliza leyes chapuceras que facilitan la liberación de esos mismos violadores o directamente indultan a los mismos corruptos o sediciosos condenados con sentencias firmes, una falta de respeto total y absoluta a la justicia. Una ministra que insulta a los jueces y un presidente que pretende someter al poder judicial, un claro exponente del totalitarismo».
Se trata, ha explicado Cañizares, de un ministerio «que promueve políticas del enfrentamiento, de feminismo radical, que abandona a las verdaderas víctimas, que hace invisible la violencia cometida por mujeres contra sus hijos o el maltrato psicológico sufrido por hombres heterosexuales, homosexuales, así como por mujeres lesbianas, que defiende un multiculturalismo que se traduce en un incomprensible tolerancia hacia culturas que no respetan los derechos de las mujeres. Desde que Montero es ministra han sido asesinadas más de 150 víctimas por violencia intrafamiliar, un nefasto resultado que se traduce en pérdida de vidas humanas y, a veces, en muertes en vida».