El portavoz de VOX en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación ha participado este lunes en la jornada denominaciones de origen de vino y política agroalimentaria en la que ha recordado la importancia del vino para la economía y la cultura españolas.
En este sentido, ha declarado que “el sector primario es fundamental para España y, sobre todo, el sector vitivinícola” tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista de la “identidad de España”. Por ello, VOX señala que es muy importante defender una marca España potente en el mundo globalizado “vendiendo nuestra variedad, nuestra diversidad y la calidad y riqueza de nuestros productos en las distintas denominaciones de origen”.
Además, ha explicado que VOX defiende la importancia del vino y sus beneficios como cúspide de la dieta mediterránea y considera el vino como un alimento, igual que lo hace la UNESCO.
En otro orden de cosas, Chamorro ha recordado la posición de su grupo parlamentario sobre la sostenibilidad, recordando que lo importante es la rentabilidad económica y la defensa del mundo rural que depende del sector primario. “Cuando vienen determinadas normativas internacionales, hay que preguntarse cómo afectan desde el punto de vista del impacto económico y social a los españoles y a las zonas rurales”, ha declarado.
A este respecto, el diputado de VOX ha expresado su preocupación por algunas normativas europeas como la de eliminar el 50% de los fitosanitarios, porque va a poner más trabas a los agricultores y “se basan en determinadas demagogias porque luego no se reflejan en informes de impacto o en informes objetivos desde el punto de vista científico”.
Finalmente, Chamorro ha declarado que VOX fue el único grupo parlamentario que planteó una enmienda en relación con el impacto de las macro plantas fotovoltaicas en el mundo agrícola en la que exigía que estas plantas se instalaran en vertederos, en suelos colmatados y no en suelos agrícolas. Asimismo, ha denunciado que los ayuntamientos se aprovechan de estas plantas ya que lo ven como un ingreso por la recaudación a través del IBI en vez de proteger “un ecosistema favorable para el tejido productivo y para el sector agrario”.