La diputada de VOX, Rocío de Meer, ha interpelado a la ministra de Igualdad, Irene Montero, sobre las políticas que va a impulsar el Gobierno para devolver a los españoles el respeto a su presunción de inocencia y a la igualdad ante la ley, con independencia de su sexo.
De Meer ha retratado la supuesta revolución de la que presume el movimiento feminista y el Ministerio de Igualdad. «Ustedes dicen que luchan contra un heteropatriarcado dominante que riega su feminismo con miles de millones de euros todos los años. Tendrá que explicarnos que tiene eso de revolucionario, si su revolución es la revolución del Ibex 35, la revolución de Vanity Fair, la revolución de Ana Patricia Botín, pobrecita, banquera, oprimida por ser mujer. ¿Dónde está el sistema machista opresor los 8 de marzo, si en publicidad feminista que despliegan las multinacionales, los actos institucionales teñidos de morado, las superestructuras políticas internacionales y financieras… ¡pero si son todos feministas! La verdad es que no veo muy revolucionario hacerle el juego a las élites, viviendo sola pero empoderada, precaria pero feminista, triste pero con ansiolíticos, teniendo gatos en vez de hijos y tapando la pobreza con gritos y banderas cada 8 de marzo«.
Por el contrario, la diputada de VOX ha asegurado que «revolución de verdad, lo verdaderamente trasgresor es tener hijos sin que ustedes nos digan ‘aborta, si viene con problemas, viene con síndrome de Down’, lo verdaderamente transgresor y revolucionario es una abuela que ayuda con su pensión a toda su familia sin que lleguen subvenciones ni ayudas a la dependencia que no llegan, lo verdaderamente revolucionario es una mujer libre que elija ver más a sus hijos que a sus jefes a pesar de sus impedimentos, lo verdaderamente revolucionario una baja maternal decente, remunerar los cuidados, no es que esa madre no trabaje, es que no cobra, una mujer profesional que trabaja muy duro, ya sea en la ciudad o en el campo, para sostener a toda una patria. Pero lo más revolucionario y lo más transgresor después de su ley trans de abolición de la mujer, es pensar que las mujeres existimos, que no somos algo etéreo que pueda autopercibirse, que no nos configura una voluntad, que somos una realidad».
Antes, de Meer comenzó su intervención diciendo que es probablemente el último 8-M de Irene Montero como ministra. Sin embargo, «es el primero en libertad de Sergio, 37 años, agresor sexual desde los 14, más de 20 agresiones sexuales. Los servicios penitenciarios aseguran que es un perfil altamente peligroso y que volverá a violar; está libre este monstruo este 8-M gracias a usted».
Otro ejemplo es el de Antonio, profesor, abusó de más de una decena de niños, un agresor sexual reincidente, pagaba y coaccionaba a los menores en función de qué parte de su cuerpo les dejaba tocar. Libre, este monstruo este 8-M gracias a usted. Abdelaziz Tamalout, marroquí, agresor sexual reincidente, orden de expulsión no ejecutada. En prisión se tuvo que aplicar un protocolo antiyihadista porque le encontraron material del Estado Islámico y está también en los protocolos de persecución por terrorismo yihadista, libre este 8 de marzo y no expulsado gracias a usted. El violador del portal, en Lugo, reincidente, las víctimas ya han confesado su terror a volverse a encontrar a este individuo que entraba en los portales y las violaba en las cabinas de comunicaciones o ascensores. Libre este monstruo este 8 de marzo, gracias a usted. Han pasado del ‘hermana yo sí te creo al violador yo te libero’, de ser de los que iba a acabar con la casta y la corrupción a compartir el Gobierno con puteros, cocainómanos y corruptos con el dinero de los españoles.
«Hoy les voy a pedir que abran la mente. Sé que es mucho pedir, pero si les importa algo la verdad y los hombres y mujeres de este país, sería de recibo que pensaran un poco antes de aceptar los dogmas sacrosantos del feminismo. Hay un dogma del feminismo por excelencia: el dogma de la violencia internacional, los feminicidios, que son definidos como el asesinato por parte de sus parejas o ex parejas por el hecho de ser mujeres. La violencia contra las mujeres existe, la violencia contra los niños existe, la violencia contra los bebés existe, contra los ancianos, contra las personas con discapacidad, contra los hombres… Pero no podemos trivializar. No podemos evitarla. Si trivializamos esta violencia jamás vamos a poder analizar sus causas. Para ustedes a las mujeres las matan por ser mujeres, la causa es que son mujeres, la causa es el machismo. Cuando un hombre asesina a una mujer, titular: ‘violencia machista’. Pero si una mujer asesina a un bebé o a un hombre enseguida hay causas psicológicas y de precariedad. ¿No se dan cuenta de que si simplificamos la violencia contra las mujeres y a todas las causas las llamamos machismo es imposible acabar con la violencia contra las mujeres? ¿Por qué matan a los niños, por ser niños? ¿Por qué matan a los ancianos, por ser ancianos?».
En este sentido, Rocío de Meer ha señalado que «lo raro es que solo 52 diputados seamos los que defendamos algo de sentido común».