Reyes Romero

Soledad no deseada | Reyes Romero: ‘Cuando había familias fuertes y cohesionadas el abandono de los ancianos era casi anecdótico’

La diputada de VOX por Sevilla, Reyes Romero, ha intervenido durante el debate de la proposición no de ley del PSOE, sobre una Estrategia Nacional frente a la soledad no deseada. Romero ha asegurado que los socialistas, «con sus ideologías hedonistas e individualistas» son quienes «más han contribuido a crear este problema».

«Parece ser que no tienen ni idea del sufrimiento humano que se deriva de su odio a la familia. Porque cuando había familias fuertes y cohesionadas el abandono de los ancianos era casi anecdótico«, ha echado en cara Romero a los socialistas.

De este modo, la diputada de VOX ha recordado que los ancianos «son la cara más visible de la soledad, pero no son las únicas víctimas», y ha relatado las leyes contra la familia impulsadas por el PSOE. «Después de décadas de políticas antifamiliares, después de haber machacado la natalidad, después de poner trabas y zancadillas a la estabilidad familiar, después de haber ridiculizado el amor ‘para toda la vida’, como hacen ustedes en los colegios, después de tratar a las personas mayores como ciudadanos de segunda y no se nos va a olvidar el trato que ustedes les dieron en la pandemia, ahora se dan cuenta de que esos fragmentos de familias, esas familias rotas, que ustedes fabrican sin cesar, están llenas de personas individuales que han crecido con unos vínculos familiares muy escasos y que ahora llegan a ser ancianas y se encuentran solas y abandonadas«.

El resto de su discurso ha sido el siguiente:

«Muchas de estas personas se sienten abandonadas por envejecer sin compañeros, sin hijos, sin nietos, bien porque no los tuvieron en su momento o porque viven en su mundo privado ocupados en sus propios intereses personales. Por supuesto, desde VOX no vamos a poner ninguna traba para que, desde el ámbito público o privado se puedan paliar estas situaciones tan tristes de la soledad no deseada, pero queremos que la sociedad y, sobre todo sus señorías, tengan claro que las ideas tienen consecuencias, y las malas ideas tienen consecuencias muy nefastas. En muchos casos, dramáticas.

Porque hemos de ser conscientes de que la soledad no se soluciona concentrando a los ancianos en residencias, ni con visitas esporádicas de gente amable, ni con artilugios electrónicos que “controlen” alguna posible emergencia en la soledad de sus hogares. La soledad es un sentimiento que sólo pueden paliar aquellas personas a las que se añora. Por eso es totalmente absurdo el planteamiento que hacen ustedes en su PNL de crear un derecho nuevo, el ‘derecho a ser acompañado’, porque ni el Estado, ni mucho menos el ‘Gobierno del Progreso’ (como ustedes se auto-perciben de forma tan optimista), pueden crear desde el BOE la compañía que necesita la persona que se siente sola. Ya sabemos que el socialismo es capaz de combinar el individualismo extremo y el colectivismo más gregario. Por eso, entendemos que sustituir a esa familia menguante, que ustedes no paran de promover, no nos va a resultar nada fácil.

Por otro lado, está totalmente fuera de lugar eso que ustedes llaman ‘perspectiva de género’, porque las personas que se sienten solas sufren igualmente si son hombres o mujeres. Tienen ustedes una obsesión verdaderamente patológica en contra de la igualdad de las personas. Y no olvidemos que también hay muchos niños que sufren la soledad, por ejemplo, cuando sus padres litigan con su custodia como si fueran una posesión más. O cuando llegan a la escuela y se encuentran que les hablan en una lengua que no es la que han mamado en su casa y se les arrincona en el patio de un colegio. O esa persona mayor que recibe notificaciones de la administración en una lengua que no entienden. Todas estas cuestiones también producen soledad y aislamiento».

Están elogiando unos cambios sociales que, por el hecho de ser nuevos, entienden que traen ‘progreso’, sin darse cuenta de que la soledad no deseada es sencillamente consecuencia del deterioro del tejido social cuya célula básica es y será siempre la familia. La familia con mayúsculas, señorías, de la que desgraciadamente ustedes no quieren ni oír hablar».