VOX acusa a las asociaciones afines al Gobierno de convertir la lucha contra el racismo en un chiringuito: ‘A las mujeres gitanas no les llega ni un euro’

La ponente de VOX en la Subcomisión relativa a la lucha contra los discursos de odio, Rocío Aguirre, ha acusado a la directora General para la Igualdad de Trato y No Discriminación y Contra el Racismo, Beatriz Micaela, de «convertir la lucha contra el racismo en un chiringuito», durante su comparecencia para informar sobre el objeto de la subcomisión relativa a la lucha contra los discursos de odio.

Aguirre ha explicado que «han convertido la lucha contra el racismo en otro negocio lleno de chiringuitos», donde «perciben millones de euros y para lo único que sirven es para contratar a sus afines mientras dicen que combaten el antigitanismo o el racismo». Por este motivo, Aguirre ha llamado «tramposos e incoherentes» a quienes se dedican a vivir de ello,  ya que «a las mujeres gitanas no les llega ni un euro». Aguirre ha puesto como ejemplo el Secretariado Gitano, que recibió 28 de millones de euros en subvenciones en el año 2023, de los que se gastaron en sueldos 21 millones de euros. «Estamos ante el despilfarro del dinero de todos los españoles con la excusa de luchar contra el racismo o la xenofobia».

Tras la comparecencia de la responsable de la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio y Responsable del Área de Sistema Estadístico y Atención a Víctimas, Pilar Muniesa, ha intervenido la diputada de VOX, Reyes Romero, que ha dejado claro que su grupo rechaza la importación anglosajona del término ‘delito de odio’, «no porque seamos partidarios del odio o nos guste odiar», sino que «hacemos nuestra aquella máxima de Concepción Arenal, de clara inspiración cristiana, que decía ‘odia el delito y compadece al delincuente». Así, ha explicado que la creación de los llamados delitos de odio «es una herramienta totalitaria que ponemos en manos de los poderes públicos, los cuales podrán decidir cómo tienen que vivir los ciudadanos y qué valores tienen que aceptar de forma obligatoria».

Para la diputada de VOX, el código penal debe castigar «conductas y no tanto motivaciones genéricas porque la conducta juzgada en derecho es siempre individual y no colectiva», pues «el derecho se ocupa de las conductas y no de los sentimientos», por lo que ha pedido a la izquierda que «deje de penalizar a los españoles que no piensen como ellos».