Pepa Millán en el Congreso de los Diputados

VOX reclama una vez más la eliminación del impuesto sobre sucesiones y donaciones

Proposición de ley.

El Grupo Parlamentario VOX ha registrado una proposición de ley para suprimir el impuesto sobre sucesiones y donaciones y para modificar la ley del IRPF excluyendo de este impuesto las herencias, legados, títulos sucesorios o donaciones.

“El impuesto de sucesiones y donaciones se enfrenta a numerosos problemas de legitimidad social y es la figura impositiva más polémica” del sistema tributario español, explica la iniciativa. Además, “su relevancia para la recaudación tributaria de las administraciones se concreta en un 0,3% del PIB” y un “2,7% del importe total de lo recaudado desde las administraciones regionales”.

Una de las principales razones de esa percepción que tienen los españoles hacia este impuesto concreto son las importantes desigualdades entre las regiones de España. El impuesto de sucesiones está cedido a las Comunidades Autónomas y son las encargadas de las competencias normativas y aplicativas de gestión, recaudación e inspección.

En este sentido, el GP VOX denuncia que este impuesto contribuye al “éxodo fiscal”. Es decir, las regiones que tienen una política fiscal sana se han convertido en la residencia fiscal de un buen número de ciudadanos que buscaban huir de superestructuras autonómicas con una insostenible presión fiscal.

Sin embargo, la formación de Santiago Abascal mantiene que “esta posibilidad sólo está al alcance de familias con elevados patrimonios y con recursos suficientes para fijar su domicilio fiscal en el lugar más conveniente”. Por lo tanto, no existe únicamente una desigualdad en cuanto a la región de residencia, sino también en cuanto a las condiciones familiares de cada uno.

Así lo explica la iniciativa del GP VOX señalando que el impuesto de sucesiones y donaciones se aplica “de forma indiscriminada” y no tiene en cuenta las circunstancias personales del sucesor ni “la tributación a la que durante toda la vida del causante han sido sometidos los bienes” heredados.

A este respecto, la proposición de ley recuerda que un gran porcentaje de las herencias y sucesiones son en forma de bienes inmuebles, sin liquidez en el corto plazo. Esto “incide en el fenómeno de renuncia a las herencias”, explica VOX. En el año 2021 las renuncias a las herencias fueron 55.576, según el Consejo General del Notariado, un 24% más que en 2020.

Además, el impuesto sobre sucesiones y donaciones posee un “efecto desincentivador del ahorro” puesto que “cuando el ciudadano, que está dispuesto a sacrificar su consumo presente por el futuro y la prosperidad de su prole, toma conciencia de que una parte de ese ahorro no llegará nunca a sus sucesores, porque estos deberán llenar las arcas del Estado con otro tributo”.

Es decir, el GP VOX considera que el impuesto de sucesiones y donaciones es un perjuicio para los españoles por las desigualdades que genera según el lugar de residencia y según la renta de cada persona, puesto que las personas con rentas más altas tienen mayor capacidad de llevar a cabo una planificación fiscal “que derive en la posibilidad de configurar patrimonios no gravados por este u otros impuestos”.

Por todo ello, VOX exige la eliminación del impuesto sobre sucesiones y donaciones y la modificación de la ley del IRPF para que estén exentos de este impuesto la adquisición de bienes y derechos por herencia, legado o cualquier otro tipo sucesorio; por donación o cualquier otro negocio jurídico a título gratuito; o la percepción de cantidades por los beneficiarios de contratos de seguros sobre la vida, cuando el contratante sea persona distinta del beneficiario.