El portavoz de VOX en la comisión de Sanidad, Juan Luis Steegmann, ha criticado con dureza el caos que reina en el Ministerio de Sanidad dirigido por Salvador Illa a la hora de facilitar las cifras de fallecidos por coronavirus.
«Usted presenta los datos en términos absolutos, pero España aún se lleva la palma por casos de fallecimientos por 100.000 habitantes, es el primer país del mundo. Desearía que no lo fuese, pero hay que tener cuidado con China porque acabarán haciendo lo posible por llamarlo virus español».
A renglón seguido, Steegmann ha asegurado que a estas alturas el ministro de Sanidad -al que ha vuelto a pedir su dimisión- no ha pedido disculpas por su gestión. «Aún no he escuchado unas disculpas, ¿acaso las CCAA no tienen direcciones generales de salud pública, epidemiólogos y asesores? ¿Cómo se explica que no estudiaran lo que estaba ocurriendo en China cuando lo advertían Corea del Sur y Taiwán?»
Del mismo modo, el portavoz de VOX ha criticado que el sistema sanitario -mermado por el sistema autonómico español- no haya sido capaz de enfrentarse con garantías a la pandemia. «Por la pereza científica de los gobiernos regionales el sistema sanitario español no se ha podido defender de la epidemia».
Posteriormente Steegmann ha puesto encima de la mesa los datos de contagios masivos -transmisión generalizada- desde finales de febrero. «Se define transmisión generaliza del virus cuando pasa de persona a persona y el tiempo de duplicación de casos es de 7 días o menos. En Madrid del 20 al 27 de febrero se duplicaron en 2,1 días; del 27 de febrero al 5 de marzo en 1,4 días, del 5 al 7 de marzo en 1,6 días. De haber tomado medidas el 7 de marzo el número se habría reducido en un 60%. Nuestro sistema no ha impedido la muerte de 27.000 españoles conocidos y posiblemente un número similar de españoles desconocidos y no reconocidos».
La cifra real: 45.000 muertos
El diputado de VOX también ha señalado que Salvador Illa esconda los datos que ofrecen Madrid y Cataluña. «El Gobierno español junto al de Holanda es el único que no contabiliza los muertos por un cuadro compatible con el coronavirus de Wuhan. Pero hay comunidades como Madrid y Cataluña sí lo hacen, pero estos datos son censurados por el ministerio de Sanidad».
Lo de maquillar las cifras no es nuevo, ha asegurado Steegmann. «Ahí están los datos porque han borrado los fallecidos con anterioridad al 8 de marzo. Entre los datos de las CCAA, de los tribunales y del sistema MOMO, ya sabemos que la cifra real de fallecidos está en torno a 45.000 o más. Es un esfuerzo inútil: han demostrado en los estudios de seroprevalencia que 6 millones de personas han tenido un cuadro compatible con coronavirus, que 2,3 millones tienen anticuerpos y que solo se ha hecho PCR al 18%. De ahí se concluye que la mortalidad en torno al 2%».
Otro de los aspectos más destacados de la intervención del doctor Juan Luis Steegmann durante la comparecencia del ministro Illa es la estrategia del miedo usada por el Gobierno. «La estrategia del miedo general no es la estrategia y no tiene base científica. Hemos aprendido dos cosas: que tenemos que proteger a los sanitarios y a los mayores de 60 años. Más de 40.000 sanitarios infectados, representan el 16% de los infectados».
“Como muestra de desprecio a los sanitarios el estudio de seroprevalencia no da resultados en cuanto a la inmunidad, es un olvido imperdonable y sospechoso. Es la obligación del Gobierno que tiene el mando único poner todos los medios para protegerlos y la mejor manera de hacerlo es test masivos. Los mayores de 60 años representan el 50% de los fallecidos. A 11 de mayo los fallecidos por 1.000 habitantes aumentan a partir de los 60 años. De 60 a 69 años 0,3 por mil, de 70 a 79 1,2 por mil y sin contar los muertos desconocidos de las residencias que regenta Pablo Iglesias. En estos tramos de edad están los niños de la posguerra, los que levantaron la España destrozada por el odio».
Una tripulación hacia el naufragio
Por ello, ha añadido, «es de justicia que los jóvenes muestren su agradecimiento protegiendo a los mayores, eso es defender a los españoles y no abandonarlos en las residencias como ha hecho el mandamás de la cosa aunque ahora disimule».
En opinión del diputado de VOX, no es verdad que el confinamiento sea el único tratamiento contra el virus. «Esa es la receta de sus socios comunistas para arruinarnos. Las mejores armas son las mascarillas, la desinfección, la ciencia y las pruebas analíticas. Abandonen la política de miedo, hagan test masivos y si no saben, den libertad a los españoles para que los adquieran».
Por último, Steegmann ha pedido al ministro de Sanidad que abandone la política de la confusión que tanto favorece a Podemos y al separatismo. «Veo casi imposible que abandonen la política de la confusión, primero porque están confundidos y, segundo, porque la confusión favorece a sus socios comunistas y separatistas. Hoy dicen y unas cifras y mañana otras. Ya no se fían ni el diario EL PAÍS. VOX les lleva ventaja a todos porque nunca se ha fiado. Les hemos pedido que dimita, su tripulación le va a llevar al naufragio política y personalmente, algo que no deseo. No se empecine en la equivocación o al menos disimule cesando al grumete en el puesto de piloto. Será el primer paso para dejar a España libre de virus. Como sigan así con este estado de confusión y variación, los españoles seguiremos enfermos, pobres y esclavos”.
En el turno de réplica, Steegmann ha señalado que el Gobierno se equivoca en el procedimiento. «Se lo digo al Gobierno y al PSOE: el procedimiento de detección de casos está equivocado. Solamente puede ser atajada la epidemia con una detección precoz por PCR de todos los casos sintomáticos y los contactos. Tienen que hacer test más frecuentemente y a más población. Hagan caso o si no tendremos un problema pronto».
Por último, Steegmann ha afirmado que el problema no es de la Sanidad. «Lo primero que hay que hacer es que no enfermen, tienen que hacer un esfuerzo por testar a todos los profesionales sanitarios. Esto sí que es un escudo profesional y vital. No le niego buena voluntad en su equipo, señor Illa, pero sus colaboradores no le han asesorado bien».