La formación de Abascal -en contacto con instituciones internacionales que trabajan en la evacuación de Afganistán de personas vulnerables- envió el pasado jueves una serie de documentos con información sobre la localización de los cristianos y la petición de aterrizaje en España de la aeronave que los evacuaría de Afganistán. El Ejecutivo mantiene silencio.
Desde la salida de las tropas internacionales de Afganistán y la caída del país en manos del régimen talibán, el Grupo Parlamentario VOX mantiene contacto con distintas asocaciones internacionales que trabajan en la evacuación del país de la minoría cristiana, en claro y grave riesgo vital.
Conversaciones con la U.S. Commission on International Religious Freedom (USCIRF), así como con las asociaciones In Defense Of Christians y el Religious Freedom Institute, permitieron a VOX acreditar la presencia de un grupo de cristianos (localizado y con un avión preparado para viajar) que necesita permiso para aterrizar en España y solicitar asilo como minoría religiosa perseguida.
Así, VOX remitió al ministro Albares información detallada de estas personas –51 cristianos de la minoría hazara, cinco familias cristianas y dos misioneros cristianos en tránsito a Filipinas-, así como cartas de la presidenta de la Comisión Internacional para la Libertad Religiosa, Nadine Maenza, y los presidentes de la asociación internacional En defensa de los cristianos y del Instituto para la libertad religiosa, Toufic Baaklini y Jeremy P. Barker. Unas misivas en las se solicitaba al Gobierno de España permiso para el aterrizaje del avión y acogida para esas familias (los dos misioneros filipinos continuarían viaje hacia su país). Ante la ausencia de respuesta por parte de Exteriores, el presidente de VOX, Santiago Abascal, ha exigido a Sánchez que salve la vida de estas familias permitiendo la llegada del avión a España.
VOX, que ha manifestado públicamente la conveniencia de que los refugiados afganos soliciten asilo en los países musulmanes próximos a Afganistán, ha reclamado ayuda a Europa y otros países de raíces cristianas para acoger y proteger a esas familias cuyas vidas corren un grave riesgo.