VOX Melilla pide al Gobierno que controle las numerosas colonias de gatos que hay en la ciudad

Diego asegura que la modificación del Reglamento responde más a una ideología animalista que a conceptos de salubridad

La modificación del Reglamento Regulador de la Sanidad Animal de la Ciudad Autónoma de Melilla promovido por la consejera de Políticas Sociales, Salud Pública y Bienestar Animal, al igual que futura Ley de Bienestar Animal, “responde más a una ideología animalista que a conceptos de salubridad del entorno en el que los gatos son alimentados”, asegura Javier Diego, secretario de VOX Melilla.

Resulta “paradójico y discriminatorio” que el reglamento ponga más énfasis respecto de los animales de compañía como los perros que tienen que estar en las vías públicas conducidos por sus dueños con correa o cadena, además de estar obligados a la recogida y desinfección de sus necesidades, mientras que los gatos callejeros, ahora llamados gatos ferales por aquello de no usar un vocablo malsonante, pueden vagar libremente por cualquier lugar y hacer sus necesidades en cualquier sitio siendo así transmisores de plagas.

“También cabe recordar el trato dispensado por las administraciones respecto a los perros callejeros, que rápidamente son retirados de las calles por la posible transmisión de rabia y si no son acogidos, acaban siendo trágicamente sacrificados”, recalca el dirigente local.

Por otro lado, un estudio realizado por la comunidad científica señala que los gatos callejeros son la causa más importante de mortalidad de pequeños mamíferos y aves. “El hecho de que los gatos callejeros estén bien alimentados por personas no significa que no sigan con su actividad predadora y es por lo que están catalogados como uno de los depredadores invasivos más perjudiciales para la conservación de la biodiversidad, además de una amenaza para la salud pública”, subraya Diego. Además, también son potenciales transmisores de enfermedades a los seres humanos debido a la alta densidad de individuos en sus colonias y ser reservorio de un parásito que puede generar toxoplasmosis.

Es de suponer que el método CES (captura, esterilización y suelta) que se pretende implantar, busca acabar con las colonias de gatos callejeros como fin último, pero teniendo como experiencia la nula eficacia del anterior reglamento, “se nos hace casi imposible que la administración sea capaz de controlar las numerosas colonias existentes en nuestra ciudad a pesar de poder contar con la ayuda de voluntarios o asociaciones de defensa de los animales”, afirma la formación.

Desde VOX Melilla entendemos que “transmitir la responsabilidad de la salud, cuidado y alimentación de estas colonias felinas a personas y entidades no es el método más eficaz para erradicar este problema de salubridad y salud pública, apostando por crear un refugio donde recoger a todas las colonias de gatos dispersas por nuestra ciudad”, apostilla Javier Diego.