El portavoz adjunto de VOX en el Parlamento de Andalucía, Rodrigo Alonso, acompañado por el presidente provincial, Juan José Bosquet, el portavoz de la formación en la capital, Juan Francisco Rojas, y el diputado provincial, Pedro Agüera, ha mantenido una reunión con José Antonio Fernández, presidente de la Mesa del Agua de Almería, para tratar los problemas hídricos que afectan a nuestro sector primario que, además, se están viendo incrementados por la época de sequía que estamos atravesando.
El parlamentario andaluz por Almería ha señalado que “hemos pedido en reiteradas ocasiones al Consejo de Gobierno que, en el ámbito de sus competencias, finalicen con carácter prioritario todas las obras hidráulicas pendientes en la provincia de Almería, para abastecimiento de agua desalada y regenerada, la mejora del embalse de Benínar y su conexión con rules, así como la puesta en marcha, de una vez, de la desaladora del Bajo Almanzora I”.
Además, Alonso recrimina a la Junta de Andalucía de Moreno Bonilla que “estando todo preparado para su construcción, no agilice los trámites para la puesta en marcha de la desalobradora de la Balsa del Sapo (El Ejido)”. Añade que “es la misma burocracia y los mismos obstáculos que aplicaban los socialistas, es una muestra más de política continuista a la que han condenado a los andaluces”.
Durante la reunión se han abordado aspectos importantes como el proyecto de la Autovía del Agua y el aumento del trasvase Tajo-Segura a 60 hm3 aprovechando el buen nivel que han alcanzado los embalses de Entrepeñas y Buendía. Alonso ha señalado que “el gobierno de Sánchez ha permitido que se recorte el trasvase por un delirio ecológico de la Agenda 2030 y sin ningún rigor científico”. “Prefiere llevar el agua a Marruecos y secar el Levante español”, denuncia el parlamentario.
Por ello, VOX recuerda que presentó en el Parlamento de Andalucía, en mayo de 2023, una Proposición No de Ley pidiendo al Consejo de Gobierno la adecuación de infraestructuras hídricas, continuando con el trabajo sobre las normas de seguridad en presas y embalses y mejora de las garantías de gestión del suministro, tanto de los recursos superficiales como de los subterráneos, así como la reutilización y desalación como fórmulas adicionales para cuadrar la oferta y demanda en zonas con estrés hídrico.
