¿Cómo será recordada la X Legislatura que ahora termina? Lamentablemente ha sido un tiempo muerto para nuestra historia política. Se ha consumado el cierre del Trasvase, la ruina del Mar Menor, la hegemonía del transfuguismo, la entronización del cargo de Presidente sin límite de tiempo y el uso de la Asamblea como espectáculo para programas de humor. El Gobierno regional ha tocado techo en todos los indicadores de ineficacia: amiguismo, deuda, pobreza, inseguridad, déficit y enredo burocrático. Y además López Miras considera la Agenda 2030 como un “estatuto otorgado” para la Comunidad Autónoma.
La regulación del Mar Menor, tras varias contrarreformas, ha terminado en un código de prácticas agrarias caprichoso e insufrible para el Campo de Cartagena. La atribución de personalidad jurídica al ecosistema ha sido un gol encajado por el legislador murciano al quedar desapoderado de sus competencias ambientales. El error fue prestar apoyo institucional y financiero a una iniciativa extravagante, controlada por un grupo de fanáticos del ecologismo académico, que además se burlaron de la Asamblea y acudieron al Congreso para lograr sus objetivos partidistas.
En esta legislatura hemos visto cómo nos han arrebatado el Trasvase, para incorporarlo a la red de alcantarillado de Castilla-La Mancha y Madrid, con el engaño del caudal ecológico perpetrado por el PSOE con las normas del PP. Nadie ha sido capaz de evitar este atropello de proporciones catastróficas, mientras el Gobierno regional vive feliz con las ideas hidráulicas consensuadas por Feijóo. Pero el resultado es un Levante obligado a reducir el consumo de agua, recortar la producción de alimentos, aumentar la desalación y conformarse con los recursos existentes en la cuenca respectiva, pues así lo exige la agenda mundialista y la doctrina del cambio climático.
Terminamos una legislatura regresiva, con cientos de proyectos atascados por normas inservibles. El embudo es tan calamitoso que el propio Gobierno regional se ha visto obligado a impulsar varios procesos de “simplificación” que consisten en derogar o dejar sin efecto la normativa que el mismo gobierno promueve. El resultado es una rotación absurda de normas que demuestra la inutilidad de la obra legislativa de la Asamblea y un Gobierno atrofiado en las peores prácticas: enredo burocrático, paralización de actividades privadas y reparto de millones a última hora con propósitos electoralistas.
Ominoso es un tiempo dañino, políticamente tirado a la basura, ocupado por subida de precios, crecida del endeudamiento, criminalidad, corrupción, tiranía de cargas administrativas, un régimen de supervivencia arrastrada o dependiente de las subvenciones. Sufrimos un cacicato autonómico hipertrofiado con privilegios y mordidas. Con VOX la próxima legislatura será diferente.
José Ángel Antelo, presidente VOX Murcia.
