El pasado jueves, día 7 de enero de 2021, tuve el placer de participar en el programa Estado de Alarma, emitido a través de la plataforma YouTube.
Entre otras cuestiones, hablamos sobre inmigración, el control de la pandemia o la “receta” del éxito de VOX como partido político.
Ciertamente me resulta llamativo atribuir el crecimiento sostenido de VOX a una única razón, pues es una agrupación tan completa y solvente que está abocada a ser partido de gobierno en las distintas instituciones de ámbito local, autonómico y nacional.
Si dejásemos a un lado los prejuicios ideológicos veríamos que VOX responde perfectamente a las necesidades de la población y su política se basa, principalmente, en la aplicación del sentido común.
A título personal, lo que más me atrajo de la formación fue la defensa a ultranza del campo español y del sector primario como motor económico, el control de la presión migratoria, la supresión o eliminación de determinados tributos, la contención del gasto público superfluo o la estabilidad y seguridad jurídica.
En materia de inmigración, por ejemplo, lisa y llanamente pedimos el estricto cumplimiento de la Ley Orgánica 4/2000, comúnmente conocida como Ley de Extranjería. Ni más ni menos.
¿Creemos que la inmigración es necesaria? Sí. ¿Debe estar regulada? Sí. ¿Debe atender, fundamentalmente, a las necesidades del mercado laboral? Sí.
Debemos evitar, además, que las contrataciones se produzcan en destino, pues debieran hacerse en origen, propiciando así una mejor previsión y adaptación de la oferta y la demanda de mano de obra.
También abogamos por un endurecimiento notable del código penal, que castigue duramente a las mafias que trafican con humanos así como a sus colaboradores.
En definitiva, creo que VOX es un partido con mucha capacidad de gestión, con planteamiento políticos basados en las tradiciones españolas y que defiende el ordenamiento jurídico nacional.
VOX es el partido que España necesita.